Monolito incaico de Tiahuanaco. Bolivia, circa 1904.

Gelatina de plata virada al sepia, copiada en papel doble peso, con sus cuatro vértices redondeados. Medidas: 29,1 x 22,5 cm. Al dorso en forma manuscrita y en lápiz grafito se ubica la leyenda: “Monolito incaico de Tiahuanaco”.

Estamos frente a un excelente registro arqueológico. La cámara de gran formato fue ubicada muy cerca de estos objetos líticos. La toma se realizó en horas del mediodía, tal como lo indican la luz cenital. En el negativo de vidrio se incluye la firma de Arthur Posnansky ubicada abajo a la derecha del conjunto monolítico. Otra referencia numérica se encuentra en el borde superior izquierdo e indica el número “621”. Arqueólogos, antropólogos, exploradores o viajeros siempre apuntaron sus cámaras para capturar la monumentalidad de las viejas civilizaciones andinas, cuyos restos aún permanecen en pié, como testigos de aquella cultura superior. 

Arthur Posnansky (Viena, 1873 – La Paz, 1946), de extravagante personalidad, supo manifestar tempranamente su pasión por las culturas americanas, como se advierte en su trabajo de graduación en la Academia Imperial y Real de Pola (hoy Pula, Croacia), en el que realizó un estudio comparativo entre los moáis de la isla de Pascua y los monolitos de Tiahuanaco. Con la fiebre del caucho llegó al Amazonas en 1897, a la zona del Acre boliviano, donde lo adquiría y trasportaba a Manaos. Si bien prontamente se hizo de una fortuna, nunca descuidó su interés por la historia de la región, y en simultáneo recolectó datos etnológicos de los indígenas, publicando en 1898 "Os indios Paumans e Ipurinás no río Purús, seus costumes etnológicos".

Su historia de vida es novelesca, y su barco "Iris" fue utilizado por el gobierno de Bolivia para el transporte de tropas en plena disputa con Brasil. En 1902 con la firma de la paz por la cual Bolivia perdió la región del Acre completa, Posnansky partió hacia Hamburgo para reparar su nave.

De regreso, su barco fue capturado por Brasil y debió huir en un navío alemán. En 1903 Bolivia vendía su único barco armado -el "Iris"- a Brasil. Posnansky reclamó indignado y finalmente lo indemnizaron, decidiendo entonces instalarse en La Paz -llegó conduciendo el primer automóvil que viera Bolivia-, ahora como "Héroe de guerra", y más tarde como "Benemérito de la Patria". En ese tiempo comenzó sus visitas sistemáticas a las ruinas de Tiahuanaco. Mucho más adelante publicó su obra más importante, en la que condensó sus teorías sobre esta cultura: "Tihuanacu, cuna del hombre americano", muy rebatidas desde el mundo académico. Fueron cuatro volúmenes en una edición bilingüe inglés-español, cuyos dos últimos tomos se publicaron después de su muerte. Su vida, lo expresamos, reúne las más diversas historias.

BMM