En septiembre de 2023 se inauguró en el Museo Nacional de Bellas Artes la exposición Eduardo Sívori, artista moderno entre París y Buenos Aires, que curamos con Carolina Vanegas Carrasco e involucró una vasta red de colaboradores, investigadores, coleccionistas, galeristas, amistades y afectos…
Estuvo exhibida hasta febrero de 2024, fue la más larga y la más visitada de las exposiciones que tuve el placer de realizar en el MNBA y de la que guardo mejores recuerdos. El guión curatorial, los núcleos en los que estuvo organizada y buena parte de las obras exhibidas pueden verse en un micrositio del MNBA: https://eduardosivori.bellasartes.gob.ar/#
El catálogo será publicado en breve, gracias a un proyecto de mecenazgo cultural, pues el desfinanciamiento de la cultura ha afectado hasta nuestras más destacadas instituciones. Sin embargo… ya pronto festejaremos su presentación.
Hacía exactamente 104 años que no se realizaba una exposición retrospectiva de Eduardo Sívori [Buenos Aires, 1847-1918], el artista más destacado y – sin duda – el más querido y admirado de los primeros modernos, aquella generación que organizó y montó la escena artística en Buenos Aires, a la manera de París. Durante mucho tiempo se le conoció apenas por algunos grandes cuadros como Le lever de la bonne (El despertar de la criada), con el cual suscitó el primer escándalo artístico en Buenos Aires, en 1887.
A poco tiempo de la muerte de Sívori su discípulo y heredero del taller y acervo documental: Mario Canale, organizó en colaboración con la Comisión Nacional de Bellas Artes una exposición póstuma de la cual nos ha llegado un invaluable documento: un pequeño catálogo sin imágenes con el listado de las obras exhibidas y el nombre de sus propietarios de entonces. Canale fotografió las obras de aquella exposición pues tenía la intención de publicar un libro que nunca llegó a concretar. Ese fondo documental forma parte del archivo Canale, adquirido por la Fundación Espigas, hoy preservado en el Centro de Estudios Espigas de la Universidad Nacional de San Martín. Esa documentación fue la guía que nos permitió identificar obras en museos y colecciones privadas, organismos públicos, bancos, embajadas, etc. con total certeza. Hicimos hallazgos fascinantes en muchos sentidos. Por ejemplo, varias de sus obras llevaban la leyenda «no barnizar» evidenciando la preocupación del artista por la preservación del colorido y textura de sus obras. Es el caso de Largando la majada, obra que Carolina Vanegas Carrasco analiza como parte de una larga y fructífera reflexión en imágenes acerca de la introducción de la modernidad y nuevas tecnologías en el ámbito rural.
En la representación de esas masas de ovejas como expresión del campo moderno, Sívori coincide con las ideas que su amigo Godofredo Daireaux expone en el libro Memorias de un estanciero, de 1916: «Podrá el artista europeo pintar ovejas, dos, tres, diez; el artista argentino no verá ni podrá ver más que ‘la majada’, es decir, una multitud de animales, chicos y grandes, viejos y nuevos, madres y capones, confundidos en una sola persona: ‘la majada’.» En la serie de gouaches en blanco y negro sobre papel color de Eduardo Sívori que se conservan en el Museo Provincial de Bellas Artes «Emilio Pettoruti» de la ciudad de La Plata, se conserva una Majada con idéntica composición. [1]
En aquel catálogo de 1919 encontramos nombres de propietarios de obras que desconocíamos por completo. Por ejemplo: un numeroso conjunto de obras pertenecía al Dr. Luis Govi, médico y amigo personal de Eduardo Sívori. Sus descendientes conservaron aquellas obras que pudieron verse por primera vez en esa exposición y habían permanecido en poder de la familia desde entonces.
Pero además conservaron un extraordinario busto en yeso de Sívori realizado y firmado por Jules Dormal, que fue restaurado en el taller TAREA de la Universidad de San Martín y se exhibió a la entrada del pabellón en la exposición de 2023 en el MNBA. No conocíamos la faceta de escultor de Julio Dormal [Lieja 1846 – Buenos Aires 1924] aquel distinguido arquitecto belga que construyó varios de los más importantes edificios de Buenos Aires: finalizó las obras del Teatro Colón [iniciadas por Francesco Tamburini] y el Palacio del Congreso Nacional, proyectó el Parque Tres de Febrero, la Casa de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires y numerosas residencias. Dormal fue fundador de la Sociedad Central de Arquitectos y, además, fue junto con los hermanos Eduardo y Alejandro Sívori, Eduardo Schiaffino, Alfredo Paris, el periodista Carlos Gutiérrez, Giuseppe Agujari, Carlos E. Zuberbühler, y Juan Camaña [primer presidente] uno de los fundadores de la Sociedad Estímulo de Bellas Artes en 1876, cuyas primeras reuniones se realizaron en la barraca de la compañía Sívori cerca del puerto de Buenos Aires.
Ellos generaron un clima de discusiones estéticas e iniciativas culturales que transformaron la cultura artística con un proyecto ambicioso: un arte nacional y moderno, que lograra integrarse exitosamente en una dimensión «mundial».
* Especial para Hilario. Artes Letras Oficios
Nota:
1] Largando la majada. Gouache b/n sobre papel color 25,5 x 45,5 firmado abajo der. Sivori. Procedencia: donación 1936 gob. Provincial. Inv. MPBA La Plata, n. 401.