Desde el miércoles 29 al domingo 2 de noviembre, de 14 a 20 horas, el Palacio Libertad -ex CCK-, con su acceso en Sarmiento 151 de la Ciudad de Buenos Aires, se vestirá de letras impresas para recibir a un público amplio y diverso. Veintiocho stands, un Espacio Taller con nueve sitios de trabajo, dos mesas redondas y una exposición fotográfica le darán vida a esta edición.
Organizada por la Asociación de Libreros Anticuarios de Argentina [ALADA] y formando parte de dicho colectivo, nos proponemos aquí dar cuenta de algunos puntos de interés que hacen de esta iniciativa un buen programa para iniciados y primerizos.
Los libros reunidos en una casa, se dice, describen a sus habitantes y en esta feria, la variedad de títulos, de temas, de autores y hasta de precios, resultan un atractivo especial para quienes disfrutan con buenas lecturas.
En el deseo de ampliar el universo de lectores, ALADA escoge para cada cita un tema especial y en esta edición retorna a las mujeres escritoras en Argentina, tópico ya abordado en la feria virtual organizada en plena pandemia.
El tema nos ubica ante un universo de obras, de protagonistas e historias, desde aquellas autoras que por las más diversas razones estaban «obligadas» por el canon de su época a firmar sus textos con una identidad masculina, hasta quienes hoy lo hacen liberadas de aquellos roles ejercidos con corsé.
Una mesa redonda -organizada para el sábado 1° de noviembre a las 17:30 hs en el Salón de Honor del Palacio Libertad- abordará esta materia con la voz de calificadas disertantes: Florencia Abbate, escritora, doctora en Letras por la UBA e investigadora independiente del Conicet; María Gabriela Mizraje, filóloga, crítica literaria y escritora ; Matilde Sánchez, escritora, periodista y traductora, y Adriana Rodríguez de Pereda, licenciada en Letras por la Universidad Central de Venezuela, técnica en accesibilidad comunicacional mediante el sistema Braille entre otros. Moderadora, Gisela Paggi, periodista, profesora en Letras y Bibliotecaria.
Además, se puede visitar la exposición fotográfica «Mujeres escritoras argentinas» con una selección de obras vintage.
De visita por los espacios de las instituciones invitadas
Entre ellas, participa la Academia Argentina de Letras [AAL] con su Biblioteca Jorge Luis Borges; la podes ubicar en el stand núm. 3. Esther Cross, escritora, miembro de número de la AAL, confiesa en el catálogo de la feria: «Nací en 1961. En el colegio leíamos a Borges, Sábato, Cortázar y otros autores argentinos. Era una lista de primera pero excluyente, solo de hombres, como verán y tan bien se sabe. Pero, puesta a pensar en lecturas decisivas, recuerdo otras influencias de peso, que comparto con muchos veteranos de mi generación. Me veo en la oscuridad del teatro San Martín mirando a María Elena Walsh. Encuentro, ya adolescente, un soneto de Silvina Ocampo llamado “Le hablo a Alejandrina” en un suplemento cultural, y lo leo electrizada, con un temblor en las manos [...]»
Apenas a unos pasos, todo está muy cerca, damos con el sitio del Centro de Documentos e Investigación de la Cultura de Izquierdas [CeDinCI], stand núm. 4, declarado por la UNESCO «patrimonio cultural de América Latina», cuyo recorrido lo inició el historiador Horacio Tarcus hasta adoptar esta forma organizativa en 1998: asociación civil sin fines de lucro. Para imaginar su dimensión, hoy su Biblioteca atesora 190.000 volúmenes; su Hemeroteca, unas 13.100 colecciones con diarios, periódicos, revistas culturales, políticas y periodísticas, suplementos culturales, fascículos, boletines gremiales y gacetas estudiantiles, y su área Archivos resguarda 202 fondos personales; todo, fundamentalmente fruto de donaciones, como sucedió meses atrás con el legado de Beatriz Sarlo [1]. El CeDinCI «comenzó reuniendo el acervo documental de las izquierdas latinoamericanas y luego fue abriendo su espectro hacia todos los espacios de la política y la cultura».
En un eco que reverbera su presencia en las últimas dos ediciones, en el stand número 12 encontramos la Biblioteca Argentina para Ciegos [BAC], una institución ya centenaria que esta vez exhibirá entre otras obras, El Gaucho Martín Fierro en su edición de 1972, en braille. El ejemplar se forma con dos volúmenes con ilustraciones en relieve de Julia María Crespo.
Y en el stand número 1, se presenta el Archivo General de la Nación [AGN], «una de las instituciones más valiosas de Argentina, que ha sido testigo y guardián de nuestra historia por más de 204 años». En el catálogo de la feria, el director del AGN, Emilio Perina, aborda en un texto medular un tópico no resuelto en Argentina, la necesaria coordinación entre los particulares -herederos, coleccionistas, investigadores y demás lectores curiosos- y el Estado. Lo hace posando su mirada en el propio Archivo nacional para luego avanzar en la labor del resto de la sociedad [2]: «Es fundamental comprender que no guardamos porque seamos acumuladores o acaparadores. No debe guiarnos el fetichismo que produce una rubrica famosa. Administramos información para la consulta del público y es la sociedad la que debe decidir qué hacer con los documentos, qué uso darles y qué valoración tienen los mismos. En ese marco precisamos actualizar la ley que nos rige y crear un “Sistema Nacional de Archivos”, donde la mutua colaboración entre lo estatal y lo privado mejore la situación presente. Una ley que no vea en el coleccionismo una actividad hostil a los archivos, que cercena nuestros archivos informativos. Los verdaderos enemigos son tres: la desidia, la ignorancia, y la corrupción [3], que en distintos porcentajes y combinaciones acotan un patrimonio cultural tan intangible como rico. Son muchas las ocasiones en que los coleccionistas han salvado archivos del olvido y la destrucción.»
Patrimonio cultural
En la búsqueda de ese encuentro tan necesario para el estudio, valorización y preservación del patrimonio cultural, por sugerencia de Emilio Perina -director del Archivo General de la Nación-, hemos organizado una mesa redonda que lleva por título «Cultura, patrimonio y coleccionismo».
La iniciativa propone un diálogo entre el propio director y los abogados Juan Javier Negri -presidente de la Fundación Sur-, Juan Sola -autor de numerosos ensayos y docente universitario-, y el fiscal auxiliar especializado en patrimonio cultural, Pablo Gasipi. Todos ellos, titulares de atractivas bibliotecas de estudio y ocio creativo, abordarán una temática muy sensible para el coleccionismo y un amplio abanico de agentes públicos.
La mesa está organizada para el viernes 31 de octubre, en el Salón de Honor del Palacio Libertad a las 17:30 h.
Allí cumpliré la misión de moderar la conversación.
El Espacio Taller
El libro objeto, punto estelar de la feria, no sólo se aborda desde su materialidad ofrecida por los libreros anticuarios y las instituciones presentes, sino que también es celebrado a través de los distintos oficios que hacen a su ecosistema. Nos referimos a restauradores, encuadernadores, productores de papeles hechos a mano, grabadores, ilustradores, tipógrafos y editores artesanales.
Si recorres la feria, este espacio captará tu interés, no lo dudamos. Descubrir cómo se elabora un papel artesanal, qué cuidados requiere un libro «herido» o, por ejemplo, dialogar con un editor de obras únicas e inclusive, con un impresor que acude a aquella romántica e innovadora [desde Gutenberg para acá] tecnología de tipos móviles, resultan de por sí atractivos que captan la atención de niños y adultos por igual.
Todos los participantes son maestros en su oficio, cada uno protagoniza una historia de vida impregnada de pasión y rigurosidad, y los invitamos porque su presencia es una ventana abierta hacia las mejores prácticas en la buena salud del libro.
Libros, mapas, grabados, fotografías...
Sin ánimo de abarcar todas las propuestas, haremos foco en una docena de obras que merecen ser apreciadas.
* Entre las grandes autoras argentinas, de Alejandra Pizarnik encontramos en su primera edición, «La última inocencia», de 1956, en un ejemplar dedicado, incluso con la dirección particular de la poetisa, por ella misma escrita [Stand 6, Librería Helena de Buenos Aires].
* En un título inhallable de Hebe Uhart, podemos dar con la edición prínceps de su primera novela, «La elevación de Maruja», dedicado por la autora [Stand 9, Librería El Escondite]
Y la lista sigue:
* La historia de las misiones jesuíticas en las provincias del Paraguay, Paraná, Uruguay y Tape, de Ruiz de Montoya, en su «Conquista espiritual hecha por los religiosos de la Compañía de Jesús [...]», salido de la Imprenta del Reyno, en Madrid, allá por 1639 [Stand 23, Librería The Antique Bookshop]
* Uno de los grandes títulos de la bibliofilia americana, «Arte y vocabulario de la lengua Lule, y Tonocote», del padre jesuita Antonio Machoni, en la primera edición de 1732, impreso en Madrid [Stand 11, Librería Armando Vites, de Rosario].
* De Esteban Echeverría, la primera edición en forma de libro, de «El Matadero», en la colección de obras completas publicada por la Imprenta y Librería de Mayo entre 1870 y 1874 [Stand 19, Librería Rincón del Anticuario]
* Sorprendente, «Filete porteño: Alfabeto Astor Mila», editado por el Teatrito Rioplatense de Entidades, una plataforma de proyectos que impulsa Ral Veroni, quien anuncia dos nuevas ediciones de César Aira [Stand 24, Galería Mar Dulce]
* En un especial homenaje a la década de 1960, «un período donde hubo dos golpes militares y dos gobiernos civiles, el Instituto Di Tella, la Menesunda, un 5% de crecimiento del PBI y solo un 5% de pobres [...] y la “Revolución Argentina” de Onganía que prohibió todo salvo lo que se le escapó [...]», entre tantas sorpresas, se presenta «Las desopilantes y descabelladas aventuras de Mr. Finch» [Stand 25, Librería Rayo Rojo]
* Quizás el título más buscado en su tema, de Jordan Wysocki, «Planos de la nueva línea de fronteras sobre la pampa», de 1877, con sus quince mapas dobles, y planos de campamentos y fortines grabados por Larsch [Stand 26, Librería Terranovamaps]
* De Jorge Luis Borges, infaltable en cada una de nuestras ferias, mencionamos uno de los títulos presentes, Ficciones, en primera edición, de 1944 [Stand 19, Librería Rincón del Anticuario]
* Exhibido en un conjunto de obras muy atractivas, dimos con el célebre Facundo, de Domingo Faustino Sarmiento, en la edición de la Sociedad de Bibliófilos Argentinos, ilustrado por Alfredo Guido, en un ejemplar distinguido con la encuadernación del maestro parisino Paul Bonet [Stand 15, Librería Alberto Casares]
* Una invitación a los bibliófilos más exquisitos, de Édouard Rouveyre, «Connaissances nécessaires à un bibliophile», en la edición del autor de 1899, ejemplar núm. 4, uno de los diez impresos en las manufacturas imperiales de Tokio [Stand 17, Librería Alberto Magnasco]
* También para bibliófilos y para quienes disfrutan con las obras que recorren la historia de la escritura, tres espacios que resultan especialmente atractivos, cada uno con sus particularidades [Stand 2, Ediciones Dos Amigos -con sus bellas y cortas tiradas-, Stand 13, Obras en Papel -y sus ejemplares únicos, libros de artista-, y Stand 28, Ediciones Ampersand, protagonista de un catálogo imperdible]
* Para quienes buscan ejemplares especiales, una Carta de hidalguía concedida por Felipe V de España en 1713. De notable calidad, en su ornamentación destaca el retrato ecuestre del monarca y las letras capitales, historiadas con multitud de escenas bélicas y paisajísticas [Stand 7, Librería Aizenman]
Además, para los amantes de la fotografía, en el Stand 16, la Librería Aquilanti propone una mirada sobre la «complejidad de nuestra historia» a través de una selección de imágenes vintage de J. L. Borges y J. D. Perón.
Y entre otras sorpresas, una manifestación del arte etnográfico africano que fue silencioso testigo de tertulias en tiempos de la temprana vanguardia europea [Stand 27, Libros La Teatral]. Se trata de un ídolo tallado en madera, reproducido en La sagrada cripta del Pombo [1924], cuyo autor, Ramón Gómez de la Serna, lo conservaba en su casa. África, Europa y América en un puente de historias; la figura más tarde «vigiló el hogar de Oliverio Girondo y luego fue una pieza esencial, también documentada en el “
rincón ultramoderno” de la casa de Guillermo de Torre».
Por Hilario, con artes, letras y oficios
Nuestra casa los espera en el Stand 8 con una selección de títulos que incluye un ejemplar de «Aurora. Revista de resistencia», de Witold Gombrowicz, el autor polaco que viviera en nuestro país entre 1939 y 1963, hoy celebrado por ser uno de los escritores más disruptivos en la literatura del siglo XX.
Además, exhibimos obras de arte -por ejemplo, un dibujo de Eduardo Sívori presentado en la última exposición retrospectiva de su obra realizada en el Museo Nacional de Bellas Artes, e ilustraciones de Tito Saubidet-, y entre libros, ofreceremos grabados, mapas, fotografías vintage y contemporáneas, y otros hallazgos.
Veinticinco velitas
El 29 de noviembre de 2000 un grupo de libreros anticuarios labró el Acta de Refundación que dio origen a la segunda época de ALADA [4] y desde entonces la institución ha evolucionado con numerosas actividades vinculadas al libro antiguo, incluida la organización de esta feria que es la más relevante entre las realizadas al Sur del Río Bravo, en alusión a toda América Latina.
El libro [y su circulación] la tiene entre las organizaciones profesionales más significativas de esta amplia región, bien lo afirma Víctor Aizenman en el catálogo que se distribuye en esta 18ª edición: «Durante sus veinticinco años, ALADA ha sido la vía regia por la cual han circulado los testimonios y las rarezas de una producción cultural que no sólo expresa, sino que funda una identidad social. Rescatarlos, enaltecerlos, preservarlos y encontrarles su mejor destino está en la esencia de la práctica profesional de sus miembros. Los mismos que durante el próximo cuarto de siglo seguirán unidos, para mayor gloria de su feligresía, en torno al amor del libro.»
Notas:
1] Desde ALADA hemos realizado una campaña de recolección de fondos para colaborar en la provisión de los recursos imprescindibles para preservar y digitalizar este archivo que al fin será abierto a la consulta del público.
2] Otra vez, acudimos al catálogo de la 18° Feria del Libro Antiguo de Buenos Aires.
3] Respetamos las negritas ubicadas por su autor en el texto.
4] Todo comenzó a mediados del siglo veinte con nombres que han hecho historia en la vida de las librerías anticuarias de Argentina.




