La Fragata Escuela «Presidente Sarmiento» en su primer viaje. La fotografía argentina surcando los mares del mundo

Discurso de despedida del general Roca á bordo. Viaje de circunnavegación de la Fragata «Sarmiento». Colección Valdez & Sanquirico. Colección del autor.



El presidente Roca y el ministro Campos a bordo de la Fragata «Presidente. Sarmiento» el 12 de enero de 1899, con motivo de la partida para su primer viaje de circunnavegación mundial. En primer plano el comodoro Martín Rivadavia. Fotografía: Pastor Valdez.



Fragata «Presidente Sarmiento» fondeada en Golfo Nuevo entre el 20 y 25 de enero de 1899. Fotografía: Pastor Valdez.



Escena de calle - El carbonero en Kobe - Tokyo - Japón. Viaje de circunnavegación de la Fragata «Sarmiento». Colección Valdez & Sanquirico. Colección del autor.



Abel Alexander


Historiador fotográfico argentino (n. 1943), investigador, restaurador, coleccionista y conservador de fondos fotográficos. Premio Gratia Artis (2021) otorgado por la Academia Nacional de Bellas Artes de Argentina.


Es coautor de numerosos libros, ensayos, catálogos y artículos sobre la fotografía histórica argentina. En 2021 presentó su primer título de autoría exclusiva: Estos débiles papeles son más fuertes que los ladrillos (Editorial ArtexArte. Colección Pretéritos Imperfectos. Buenos Aires). Desde hace décadas se desempeña como periodista especializado en fotografía antigua del diario Clarín de Buenos Aires.


Descendiente en 5ª generación del daguerrotipista y fotógrafo alemán Adolfo Alexander (1822-1881).


Curador de numerosas exposiciones sobre daguerrotipos y de antiguas fotografías a nivel nacional. Ha dirigido diversos Museos Fotográficos y Fototecas Históricas. En el año 1985 fue miembro fundador del Centro de Investigaciones sobre Fotografía Antigua en la Argentina "Dr. Julio F. Riobó".


Hacia 1992 inició junto a Miguel Ángel Cuarterolo y Juan Gómez los reconocidos Congresos de Historia de la Fotografía de trascendencia nacional e internacional a través de 12 encuentros.


Actualmente preside la Sociedad Iberoamericana de Historia de la Fotografía (SIHF).


Durante 15 años organizó junto a Juan Travnik las exposiciones sobre fotografía histórica nacional en la FotoGalería del Teatro San Martín, de la Ciudad de Buenos Aires.


Desde el año 2006 y hasta 2018 se desempeñó como Asesor histórico-fotográfico de la Fototeca "Benito Panunzi" de la Biblioteca Nacional "Mariano Moreno", de Buenos Aires.


Ha editado diversas colecciones fotográficas como "La Fotografía en la Historia Argentina", "Escenas de la Vida Cotidiana”, "Un Siglo de Fotografía Argentina" y otros títulos sobre ésta temática histórica.


En septiembre de 2017 participó como co-autor y expositor invitado de la muestra "La Fotografía en Argentina (1850-2010). Continuidad y Contradicción" organizada por el J. Paul Getty Museum de Malibu, California.


En el año 2021 fue designado Académico Correspondiente en la Academia Nacional de la Historia de la República Argentina.


Por Abel Alexander *

Durante el año 2001 la estimada amiga Quinodoz, sabiendo de nuestros estudios nos obsequió una cierta cantidad de fotografías documentales sobre el primero y el segundo viaje de instrucción de la Fragata "Presidente Sarmiento". Las mismas fueron halladas al adquirir su padre una céntrica propiedad en la ciudad de Paraná [Entre Ríos], la cual pertenecía a una familia de patricia tradición provinciana.

 

Curiosamente -o no tanto- estas valiosas fotografías navales originales fueron abandonadas por sus antiguos propietarios y, al advertirles del hecho rehusaron recogerlas, por lo cual pasaron a propiedad del señor Quinodoz y luego a su hija, la reconocida genealogista Dra. María Marta Quinodoz.

 

En el caso de las fotografías estereoscópicas del primer viaje, las mismas miden 7,5 x 7,5 cm por cada imagen y se encuentran adheridas de a pares sobre un soporte rígido de cartulina blanca y con sus cuatro bordes dorados. Todas con las siguientes leyendas impresas sobre tiras de papel pegadas tanto en los extremos laterales como al centro. De izquierda a derecha, se lee: «N° 491. La "Sarmiento" en Cartagena - España" - "Cuyo 1488" - "Viaje de circunnavegación de la Fragata "Sarmiento" - Colección Valdez & Sanquirico - Reproducción prohibida - Propiedad reservada"». Todas las obras se encontraban numeradas y, en esta colección parcial, se incluyen desde la N° 3: «Discurso de despedida del general Roca a bordo», hasta la N° 491. Debemos señalar que la calle Cuyo sede de aquella empresa, es curiosamente la actual calle Sarmiento.

 

Queremos agradecer a la Dra. Quinodoz, pues su inusual donación nos permitió abordar, investigar y publicar una extraordinaria colección de las postrimerías del siglo XIX, hasta entonces absolutamente desconocida en la historia de la fotografía argentina.

 

Una novedosa disciplina histórica

 

En las últimas décadas se ha instalado en el país una nueva disciplina histórica; nos referimos a la antigua fotografía, cuyos investigadores vienen aportando sorprendentes aspectos y hechos sobre nuestro rico pasado en base a imágenes y autores muchas veces desconocidos.

 

Hoy queremos contribuir con la historia de la gloriosa Fragata «Presidente Sarmiento», donde la joven fotografía argentina tuvo un destacado protagonismo documental.

 

En una breve recapitulación histórica sobre los orígenes de la armada nacional, diremos que en el año 1872 Domingo F. Sarmiento [1811-1888] fundó la Escuela Naval, sin duda una de las iniciativas más importantes de su fecunda presidencia. Con clara visión estaba convencido que los navíos eran, por naturaleza, poderosos factores de civilización y alentaba una nueva estrategia para la joven república: su apertura marítima internacional. El concepto englobaba a su vez el extenso litoral marítimo argentino con 4.725 kilómetros sobre el Océano Atlántico.

 

Casi tres décadas después, el gobierno nacional se encontraba inmerso en una profunda reorganización de sus fuerzas armadas, consecuencia directa de graves conflictos con Chile por cuestiones de límites territoriales. Fue en ese contexto que se impuso la decisión de adquirir un moderno buque escuela para la formación integral de los futuros oficiales de mar.

 

En aquellas horas complejas se optó por la propuesta del astillero británico Laird Brothers de Birkenhead [Liverpool], a quien se encargó una poderosa fragata con casco de acero y cuyo mástil se erguía hasta los 54 metros; nave muy velera y veloz que, sin embargo, se auxiliaba con una máquina a vapor de 1.800 caballos de fuerza. El armamento constaba de 12 cañones de tiro rápido, 2 modernas ametralladoras y el adelanto de 3 tubos lanzatorpedos.

 

La nave botada en Inglaterra en 1897 arribó al puerto de Buenos Aires al año siguiente y se la puso al mando del capitán de fragata Onofre Betbeder [1861-1915], veterano marino responsable de llevar a buen término el primer viaje de aplicación de las promociones 22°, 23°, 24° y 25° de la Escuela Naval Militar.

 

Finalmente, el jueves 12 de enero de 1899, la nave con sus 336 tripulantes partió desde el Dique N° 4 del puerto de Buenos Aires. Fue despedida por el presidente Julio Argentino Roca y ministros, mientras una inmensa multitud de parientes, amigos y miembros de la Armada agitaban sus pañuelos hacia la estela de esa orgullosa embajada flotante de la joven República Argentina. Su misión era circunnavegar el globo, visitando puertos y ciudades de los cinco continentes.

 

Un fotógrafo a bordo

 

El Estado Nacional consciente de la proyección local e internacional de aquel viaje interoceánico, tomó disposiciones especiales con relación a la cobertura fotográfica de semejante periplo pues, con acierto interpretó que aquella era en definitiva la técnica más apropiada para documentar todos los aspectos visuales de la ambiciosa iniciativa.

 

Fue así como, por decreto del Poder Ejecutivo del 7 de enero de 1899, se nombró a Pastor Valdez Profesor Civil en la asignatura técnica de Fotografía, encargado de dictar clases teóricas y prácticas sobre el arte fotográfico a los futuros oficiales navales.

 

Para tal fin, Valdez contaba en el interior de la fragata con un completo laboratorio, el cual funcionaba en un cuarto oscuro acondicionado al efecto. Allí los cadetes se ejercitaban tanto en la práctica del revelado de negativos como el de sus copias positivas; incluyendo el manejo de distintas cámaras fotográficas y otros equipos técnicos. También tenían a su disposición una surtida biblioteca sobre fotografía, con manuales especializados en el uso de equipos y fórmulas químicas. Obviamente aquella enseñanza intensiva se encontraba en relación directa con necesidades militares en el campo de la fotografía naval.

 

Pero más allá de su tarea docente, Pastor Valdez tomó la determinación de documentar tan extenso viaje por el sistema de fotografía estereoscópica, un tipo de imágenes muy en boga hacia la fecha, en especial entre los adinerados fotógrafos amateurs - recordemos que en 1889 se fundó en Buenos Aires la Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados [SFAdeA] - y que permitía obtener fotografías dobles con una sorprendente visión tridimensional.

 

Sabemos que antes de partir el profesor Valdez se proveyó de los necesarios insumos fotográficos en la conocida casa del belga Enrique Lepage y Cía. -firma pionera establecida desde el año 1891- en calle Bolívar 375 de Buenos Aires. Adquirió entonces una gran cantidad de negativos sobre vidrio de la marca francesa "A. Lumiére & Ses Fils", especiales para las tomas estereoscópicas en la medida de 8,5 x 17 cm, y que le costaron a un peso oro la caja.

 

Luego de atracar en varios puertos argentinos sobre el Atlántico, la «Sarmiento» participó junto a otras naves del histórico encuentro diplomático entre los presidentes Federico Errázuriz y Julio A. Roca -también conocido como el "Abrazo del Estrecho"- y que inició el entendimiento pacífico entre Chile y la Argentina por cuestiones limítrofes.

 

En la inmensidad del Pacífico

 

Al fin, el Océano Pacífico se abrió frente a la ansiosa proa del joven navío tocando los puertos de Chile, de Perú con su fortaleza de El Callao, Ecuador y Panamá -cuando todavía era una provincia de Colombia y el Canal interoceánico el sueño de unos pocos-, luego Acapulco que en la cámara de Valdez se aprecia como una somnolienta aldea mexicana de pescadores y más allá en la ruta, la pujante urbe norteamericana de San Francisco sobre la costa oeste, la cual contrastará con aquellas imágenes dobles sobre las paradisíacas islas del Pacífico.

 

En Honolulu [Hawái] los oficiales posaron frente al monumentos del rey Kamehameha I° -quien en el año 1818 firmó con el marino Hipólito Bouchard el reconocimiento a nuestro país- y celebraron en esas lejanas latitudes la fiesta patria del 9 de Julio. Debemos señalar que Pastor Valdez también documentó aquel extenso viaje a través de positivos en vidrio para proyecciones luminosas, gracias al auxilio del aparato conocido como linterna mágica.    

 

Fue precisamente en la capital de Honolulu que se realizó a bordo de la nave sudamericana un agasajo a la delegación norteamericana con motivo del 4 de julio de 1899, aniversario patrio de la Independencia de aquel país. Durante esa recepción naval se llevó a cabo una sesión de proyecciones con las recientes vistas realizadas en Valparaíso, El Callao, Panamá, Acapulco, San Francisco y en la misma Honolulu. Al respecto el guardiamarina Ángel A. Caminos comentó en un escrito: «[...] reunidos en completa oscuridad y mientras la banda tocaba suaves valses [...] todos se admiraban frente a las imágenes [...] por lo bien acabadas y la profusión de detalles [...]»

 

En el Imperio del Japón, el equipo binocular de Pastor Valdez documentó en forma casi foto periodística, la enorme destrucción que produjo el incendio del 12 de agosto de 1899 sobre la ciudad de Yokohama; poco después, captó las costumbres de Tokio, su capital. En la misteriosa China el fotógrafo argentino logró reflejar la febril actividad del puerto de Cheefoo y toda la belleza de la bahía de Cantón con sus exóticos sampanes antes de atracar en Singapur cuando todavía pertenecía al Imperio Británico. Allí la fragata tomó rumbo a Candy en Ceilán.

 

Varios puertos más allá los jóvenes marinos ingresaban al mundo árabe, representado por una larga caravana de camellos sobre el desierto de Adén. Entre tantas imágenes se documenta la elegante figura de la Sarmiento anclada en el puerto egipcio de Alejandría y oficiales argentinos visitando las espectaculares pirámides con la Esfinge de Guiza de fondo escenográfico.

 

Europa fue el próximo destino, vemos a nuestros marinos entre las ruinas del Partenón en Atenas; el encanto de Italia con la infaltable fotografía del Palacio Ducal y el Campanile de Venecia. En España las corridas de toros tampoco escaparon al objetivo viajero de Valdez. Luego la enorme travesía del Atlántico hacia la inabarcable ciudad de Nueva York y toda la costa este norteamericana y por supuesto el Caribe tropical y Cuba con una vista del antiguo Fuerte español en la ciudad de Santiago.

 

Valdez registró finalmente el litoral marítimo de Brasil, antes de arribar al puerto de Buenos Aires el 30 de septiembre de 1900, donde una enorme multitud de parientes y amigos los esperaban con ansiedad. Al cabo de 20 meses y 18 días, tras recorrer un total de 49.000 millas náuticas -de las cuales 29.000 fueron realizadas exclusivamente a vela-, regresaban a su hogar. Lamentablemente durante la travesía habían fallecido tres hombres que fueron sepultados en el mar con todos los honores de la armada nacional. 

 

Un colosal proyecto fotográfico

 

Ese día desembarcó el profesor Pastor Valdez; lo acompañaban sus diversas cámaras fotográficas, fuertes trípodes, filtros, etc., más una voluminosa colección de «lantern slides» y, obviamente, el verdadero tesoro documental y comercial de aquella aventura. Es decir, cientos y cientos de frágiles negativos sobre soporte de vidrio que, en su conjunto, testimoniaban aquella verdadera hazaña marina.

 

Las vistas estereoscópicas (VER) se habían puesto de moda entre los centenares de miembros de la Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados [SFAdeA], entidad fundada en Buenos Aires por el Dr. Francisco «Paco» Ayerza y otros entusiastas durante el año 1889, en coincidencia con el 50° aniversario del invento francés del daguerrotipo. La flamante agrupación amateur contaba con centenares de socios de buena posición económica quienes documentaban habitualmente sus hogares, estancias, viajes nacionales e internacionales; registros con los cuales sorprendían luego a parientes y amigos. En la sala de recibo de toda familia acomodada, el misterioso visor estereoscópico -modelos de mano, mesa o de pie- que se utilizaba para observar estas vistas con efecto tridimensional, siempre estaba al alcance de los interesados en disfrutar con estas imágenes.

 

El viaje inaugural de la Fragata Sarmiento en 1899 fue también el punto de partida de un megaproyecto fotográfico de carácter comercial y sin antecedentes en la Argentina. Nada menos que la edición de una completa colección de 600 vistas estereoscópicas con todas las alternativas militares, geográficas e históricas a través de las tres Américas, Oceanía, Asia, África y Europa durante casi dos años y con destino al mercado nacional.

 

Comercialmente el plan de Valdez era simple pero ambicioso; la colección completa se ofrecía en primer lugar a los 336 tripulantes, a sus familiares y amigos, como así también a todas las jerarquías de la Armada y el Ejército. Otro tanto se haría con las instituciones educativas, por su valor en el campo de la historia y geografía. La venta parecía asegurada también entre el público en general, teniendo en cuenta el interés que este primer viaje de la Sarmiento había despertado, en especial gracias a la cobertura periodística nacional.

 

En realidad, el mercado fotográfico se encontraba maduro para esta iniciativa. Por entonces grandes empresas extranjeras como «White & Co.», «Underwood & Underwood» y «Keystone» -todas ellas de origen norteamericano y gracias a un ejército de fotógrafos viajeros- comercializaban entre el público argentino colecciones de vistas estereoscópicas mostrando paisajes y realidades de todo el mundo por primera vez en sus vidas y a través de la fidelidad asombrosa de la fotografía. No por nada los historiadores fotográficos han calificado a estas vistas tridimensionales como «la televisión del siglo XIX».

 

Pero Valdez no podía enfrentar solo tamaño desafío tecnológico y, con acierto se asoció en consecuencia con una leyenda de la época, el reconocido fotógrafo y eximio laboratorista Don Pedro Sanquirico; por aquel entonces gerente técnico de la prestigiosa Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados; lo había sido desde 1899.

 

Con infinita paciencia y gran precisión el italiano debió realizar dos copias sobre el delgado papel a la albúmina o albuminado de los respectivos negativos sobre placas secas por toma; luego estas copias debían pegarse con gran precisión sobre el soporte secundario de cartón rígido, dado que la simetría debía ser perfecta para obtener el deseado efecto óptico de tridimensionalidad al observarlas con los visores especiales. Se debían acondicionar 1.200 copias para obtener una sola colección, y 120.000 fotografías para conformar 100 conjuntos completos; definitivamente una edición fotográfica a verdadera escala industrial y sin antecedentes en nuestro medio.

 

En el panorama de nuestra historia fotográfica, Pastor Valdez ostenta el mérito de haber capturado por primera vez la realidad de países, regiones remotas, pueblos, religiones y costumbres en los cinco continentes y desde una óptica argentina. Teniendo como base la Fragata Escuela «Presidente Sarmiento» supo construir una monumental colección fotográfica que puso a disposición de nuestro público, un mérito que a 125 años de distancia apreciamos en su justa dimensión.

 


Actualmente la nave descansa de sus numerosas travesías -realizó treinta y siete viajes de instrucción- en Puerto Madero como Museo Naval, para admiración y respeto de las nuevas generaciones.

 

Agradecimientos: Axel Alexander; Marcelo Mazza; Carlos Panariotti; Luiza Maria Pereira; José Enrique Pose y María Marta Quinodoz.


* Especial para Hilario. Artes Letras Oficios

 

Bibliografía consultada:


Abel Alexander, La Fragata-Escuela Presidente Sarmiento: La Primera vuelta al mundo de la fotografía argentina. En el 8º Congreso de Historia de la Fotografía. Vicente López, Argentina 2006, pág. 37.


Abel Alexander, Fotografía Estereoscópica en la Argentina - Su historia y evolución [1850-1950]. Fototeca Latinoamericana (FoLa). Buenos Aires. Año 2020.

 

Humberto F Burzio, Fragata Escuela "Presidente Sarmiento - Construcción. Viajes de aplicación. Monumento Histórico Nacional. Buque Museo. Buenos Aires. 1972.

 

Revista Caras y Caretas, «Viaje de la Sarmiento». Buenos Aires, 21 enero de 1899, núm. 16.

 

Raúl Oscar Díaz Castelli, Génesis de la Fragata «Sarmiento» y otros recuerdos. Diario La Prensa. Buenos Aires. Año 1969.

 

Beatriz de las Heras – Ignacio Molano, Fotografías a bordo en la fragata «Presidente Sarmiento». En Discursos fotográficos, Londrina, v. 9, n. 15, pp. 83-112, 2013.


Suscríbase a nuestro newsletter para estar actualizado.

Ver nuestras Revistas Digitales