Las culturas olvidadas de la Baja Nubia

Fig. 1. Grupo A: así se identifica al pueblo que habitó la Baja Nubia desde el cuarto milenio antes de Cristo. Observamos aquí la ornamentación de la cerámica producida en el Período Tardío -3300 al 3000 a.C.- junto a otros elementos de uso cotidiano.



Fig. 2. Grupo C. Pastores, agricultores y comerciantes. Cerámica perteneciente al ajuar funerario conservada en el Museo de La Plata.



Fig. 3. Cultura Meroítica. Su evolución ha sido datada después del 1200 a.C. y hasta el siglo IV d.C. La cerámica reunida en el Museo de La Plata muestra la influencia de dos tradiciones -la kushita y la Sudanesa-Sahariana- y el uso de piezas egipcias.



Jarra de tradición egipcia localizada en una tumba meroítica de Serra Oeste.



Fig. 4. Grupo X. Rasgos que identifican la cerámica recuperada de esta cultura noba, así también denominada. Reflejan tres tradiciones culturales.



Ánfora importada de Egipto. 



Fig. 5. Cultura noba cristianizada.



Perla Fuscaldo


Egresó de la carrera de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras [UBA] como Profesora [1965], Licenciada en Historia, orientación Historia Antigua Oriental [1967] y Doctora en Filosofía [1975].

 

Fue profesora titular de Historia Antigua I [Oriente], investigadora Principal de CONICET, investigadora ad-honorem del Museo de La Plata, directora del Instituto de Historia Antigua Oriental [UBA], Directora del Programa de Estudios de Egiptología y luego del Instituto Multidisciplinario de Historia y Ciencias Humanas [IMHICIHU], estos dos del CONICET.

 

Participó en numerosos congresos internacionales de la especialidad, dictó conferencias en el país y en el exterior, participó de la Misión Arqueológica del Smithsonian en Tell-Jemmeh [1977], de la Misión Arqueológica de Austria en Tell el-Dab´a [1994-2007] y dirigió la Misión Arqueológica Argentina en Sinaí [1995-2004], estas dos últimas en Egipto.

 

Ha publicado numerosos trabajos en el país y en el exterior.


Por Perla Fuscaldo *

Si bien nos siguen maravillando los templos faraónicos salvados de la inundación de la Baja Nubia, en el marco del proyecto de rescate arqueológico de la UNESCO por la construcción de la represa de Aswan, pocos recuerdan a los pueblos que vivieron a orillas de ese tramo del Nilo entre el 4000 a.C. y la década de 1960. Son los portadores de las «culturas olvidadas» de la Baja Nubia, las culturas del «Grupo A», del «Grupo C», Meroítica, del «Grupo X» [1] y «Noba cristianizada», [2] cuyos asentamientos y tumbas han desaparecido bajo las agua. Sólo se conservan los objetos rescatados principalmente en museos de Europa y América, ya que uno de los dos principales reservorios de ese material, el Museo Nacional de Khartum, Sudán, fue saqueado durante la guerra civil entre 2023 y 2025, y el otro, el Museo Nubio de Aswan, sufrió también el efecto de la inestabilidad política de Egipto durante la «Primavera árabe».

 

El Museo de Ciencias Naturales de La Plata posee una colección de piezas de esas culturas nubias [3] y del complejo de Aksha con el templo de Ramsés II deificado, que provienen de las excavaciones de la Misión Franco-Argentina en el Sudán entre 1961 y 1963, en el distrito de Serra Oeste [4], ubicado en la margen izquierda del Nilo, al norte de la 2a catarata y cerca de la frontera sur de Egipto. Las tumbas excavadas son sencillas, y si bien la mayoría había sido saqueada todavía conservaban parte de su ajuar funerario.

 

Sólo la cerámica encontrada en las tumbas es lo que permite datarlas. El estudio minucioso de cada una de estas pieza para su edición, es decir de la arcilla y sus componentes, del temple, de las técnicas de modelado y de cocción, de la dureza de la pasta ya cocida, de las formas y dimensiones, del tratamiento de la superficie interior y exterior, de los diferentes estilos y tipos de decoración, de las huellas de su uso, todo ello tiene que reflejarse en la descripción y en los dibujos de las piezas reconstruidas. La fotografía es sólo un complemento. Con la descripción y el dibujo el lector puede «ver» la pieza cerámica como si la tuviera en la mano y reconstruir diversos aspectos de la cultura de la que proviene.

 

La cerámica «habla», como lo hace un documento escrito, y lo reemplaza en la reconstrucción histórica cuando no hay textos. En los sitios del delta del Nilo, donde por la condiciones ambientales no se conservan los papiros y donde hay muy pocas estelas y monumentos de piedra con inscripciones jeroglíficas por la ausencia de canteras, la cerámica es el elemento fundamental para la reconstrucción histórica. El reconocimiento de este valor de la cerámica data de mediados del siglo XX, cuando los egiptólogos empezaron a darse cuenta de la riqueza de información que aportaba, incluso en sitios con documentos escritos. Este interés se desarrolló inicialmente en relación con los sitios del Delta y posteriormente se extendió a todo Egipto. Uno de los principales, tal vez el más destacado de los sitios del Delta donde la cerámica ha sido el elemento central para la reconstrucción histórica es Tell el-Dab´a, la antigua Avaris [5], capital de la Dinastía XV y centro administrativo de la XVIII. Este enorme sitio ubicado sobre la rama pelusíaca del Nilo [6], relevado por métodos de geofísica y excavado en el tell y debajo de los zonas de cultivo durante más de 50 años por Manfred Bietak, es el que ha aportado la documentación arqueológica no escrita que mayores cambios ha producido en la reconstrucción de la historia de Egipto durante el 2o Período Intermedio.

 

He tenido la oportunidad de trabajar en Tell el-Dab´a en el registro de cerámica durante 14 campañas. [7] La formación adquirida allí me permitió aplicarla al estudio de la cerámica de las culturas nubias mencionadas, así como la ramésida de Aksha y la egipcia de la tumba de Bedier, que integran la colección de las piezas de Serra Oeste del Museo de La Plata, y dirigir la Misión Arqueológica Argentina en Sinaí. [8] Allí entre 1995 y 2004 relevamos y excavados el sitio saíta temprano de Tell el-Ghaba, [9] donde aplicamos la misma metodología para el estudio de la cerámica -egipcia, levantina, chipriota, egea y griega del 1er. milenio a.C.- que constituía la mayor parte del material arqueológico recuperado. Fue la primera misión arqueológica argentina que trabajó en Egipto.

 

Volviendo a las «culturas olvidadas» de la Baja Nubia, en el 4000 a.C. los pueblos portadores de la «Cultura del Grupo A» ya estaban instalados entre la 1a y 2a catarata. Eran ágrafos, conocidos sólo por los objetos conservados especialmente en sus tumbas -cerámica, adornos, utensillos varios- y por las referencias de los pueblos vecinos. Eran agricultores en el valle, criadores de ganado al borde del desierto e intermediarios en la red comercial con el Africa Sub-Sahariana, por lo que sus asentamientos se encontraban en el cruce de las rutas comerciales. Proveían a Egipto de mirra, incienso, oro, marfil, plumas de avestruz y pieles de animales exóticos, y recibían a cambio vino, aceite, objetos de piedra e instrumentos de cobre. No tenemos más noticias sobre este pueblo después de fines del 2800 a. C. ya que la actividad militar de Egipto destruyó sus rutas comerciales, y la población dejó el valle del Nilo desplazándose a otras regiones.

 

Las tumbas del «Grupo A» de Serra Oeste datan de los años 3300 al 3000 a.C., es decir del Período Tardío, contemporáneo con los comienzos de la Dinastía I en Egipto. Son tumbas sencillas, cavadas en el suelo, con pozo ovalado o circular y el cuerpo en posición contracta [10]. Su ajuar funerario [11] lo integran en su mayoría piezas cerámicas de uso doméstico hechas localmente, adornos varios, y paletas de cuarcita con restos de pigmentos para uso cosmético, un mortero con su mano de cuarzo, anzuelos de cobre para pesca y jarras de almacenamiento, todo esto proveniente de Egipto [12]. [Fig. 1] Algunas de las vasijas, las llamadas «cáscara de huevo» con paredes de 2 ó 3 mm de espesor, son los ejemplares más finos de la cerámica de esta cultura. [13]

 

A partir del 2300 a.C. y hasta el 1500 a.C. encontramos asentado en la misma zona a otro pueblo, el portador de la llamada «Cultura del Grupo C», que proviene probablemente del sur de la 3a catarata, [14] de la Alta Nubia. Es contemporánea con el final del Reino Antiguo en Egipto hasta comienzos del Imperio. Eran ágrafos, criadores de ganado mayor y menor y agricultores en menor escala, controlaban el comercio con la Alta Nubia y mantenían contacto con los fuertes egipcios levantados en la 2a catarata. Desarrollaron organizaciones tribales y sus poblados a lo largo del río [15] estaban fortificados como defensa contra el poderío creciente de Kerma en la 3a catarata. Sus tumbas cavadas en el suelo eran redondas y cubiertas por un túmulo de piedra adornado con cabezas de ganado vacuno, con el cuerpo en posición contracta y el ajuar funerario con vasijas cerámicas y adornos varios. Los poblados y sus tumbas son la principal fuente para conocer su cultura.

 

En el Museo de La Plata [Fig. 2] se conserva la cerámica de las tumbas del «Grupo C» de Serra Oeste datada en su mayoría entre 2150 y 1970 a.C. Dos son piezas completas - una jarra y un cuenco- y 20 son fragmentos. La cerámica es de uso doméstico, hecha a mano con arcilla aluvial, con la superficie alisada o pulida o con decoración incisa o impresa. Una sola vasija es importada de Egipto, una jarra hecha también con arcilla aluvial pero en torno, una técnica que no se usaba en Nubia.

 

Con el retroceso de la ocupación egipcia en Nubia después del 1200 a.C., se desarrolla la «Cultura Meroítica», en Napata [4a catarata] primero y en Meroé [entre la 5a y 6a] después, continuadora de la cultura faraónica, pero con muchos rasgos propios. En la etapa de Napata este pueblo usa la lengua egipcia y la escritura jeroglífica, levanta templos y construcciones funerarias piramidales, embalsama a sus muertos, los entierran en posición extendida sobre una cama o en un ataúd y adora al dios Amón como principal divinidad. En un constante movimiento hacia el norte, los llamados reyes kushitas conquistan y gobiernan Egipto como la Dinastía XXV [siglos VIII-VII a.C.]. Entre los siglos III a.C. y IV d.C. se centran en Meroé, período en que el egipcio es reemplazado por una lengua nubia nativa que usa una escritura descifrada sólo parcialmente, y con el león Apemedek como divinidad principal. Como los pueblos que ocuparon anteriormente la Baja Nubia, los meroíticos fueron intermediados en la red comercial entre el África Ecuatorial y el Mediterráneo.

 

El ajuar funerario de las tumbas meroíticas de Serra Oeste que se conserva en el Museo de La Plata está integrado principalmente por cerámica, de las cuales 29 piezas son meroíticas y 30 egipcias [Fig. 3]. Las meroíticas provienen de dos corrientes culturales, la kushita de influencia egipcia, y la Sudanesa-Sahariana de fuerte impronta local. La primera incluye cerámica fina, utilitaria y de almacenamiento, hecha mayormente en torno, con unas pocas vasijas formadas a mano, con arcilla aluvial, arcilla de depósitos geológicos de arenisca nubia o con una mezcla de ambas, y con fibra vegetal o arena como temple. Muchas de ellas tienen una fina decoración pintada. Las de tradición Sudanesa-Sahariana están hechas a mano con arcilla aluvial, con paja, arena o estiércol como temple y decoradas con diseños geométricos impresos o incisos. Solamente hay tres tipos de recipientes: tazas, cuencos y jarras, y no hay gran diferencia en las formas entre las dos tradiciones. Las piezas importadas de Egipto incluyen cerámica fina de mesa, principalmente tazas pintadas en su mayoría, jarras y ánforas. Las tazas meroíticas de influencia egipcia y las tazas y jarras importadas de Egipto tienen base plana, lo que indica el uso de mesas, mientras que los recipientes de almacenamiento de tradición Sudanesa-Sahariana son de base redonda para apoyarlas en la arena. De las piezas importadas, los contenedores son para el transporte de mercaderías, mientras que las tazas y jarras son bienes de prestigio para uso de la elite.

 

En una de las tumbas se encontró una estela en lengua nubia y escritura meroítica [16], que Rosenvasser descifró parcialmente y dató en el siglo IV d.C. [17] Es la estela funeraria del Honorable Atqê con una invocación a Isis y a Osiris, lo que muestra la supervivencia de creencias religiosas egipcias.

 

Entre mediados del siglo III y el siglo VI d.C. encontramos a un nuevo pueblo asentado en Nubia. Son los Noba, criadores de camellos, que provienen de la región de Kordofan en el centro de Sudán, portadores de la llamada «Cultura del Grupo X» o «Cultura Noba».

 

El pozo de las tumbas del «Grupo X» de Serra Oeste es redondo u ovalado, con el cuerpo en posición contracta, habiendo desaparecido la influencia egipcia de enterrar a los muertos en forma extendida. El ajuar funerario que se encuentra en el Museo de La Plata está compuesto, entre otros objetos, de 50 piezas cerámicas de uso doméstico. Datan en su mayoría del Período Medio de esta cultura [siglo V d.C.], con algunas pocas del Período Tardío [fines del V y el VI d.C.] y cinco son importadas de Egipto [Fig. 4]. Los otros objetos que integran esta colección son cuentas de collar hechas de conchillas o de faenza, anzuelos para pesca, leznas y espátulas de hierro, artículos textiles y de cuero y un anillo de arquero [18].


Cerámica hecha a mano perteneciente al denominado Grupo X. 


Convergen en la cerámica del «Grupo X» tres tradiciones culturales: la cerámica noba hecha en torno [treinta y ocho vasijas] y cinco hechas a mano, ambas con variantes dentro de cada estilo, y dos piezas de cerámica de tradición egipcia del período copto hechas localmente. La existencia de estas tres tradiciones refleja las diferentes influencias culturales que han recibido, la primera de la cultura meroítica sobre la que se asentó; la segunda de su zona de origen, Kordofan, y la tercera está representada sólo por el qadus, una forma que se repite en el tiempo, es el recipiente que se colocaba en la sarqiya o noria para recoger el agua e irrigar los huertos. La sarqiya aparece en Egipto a partir del siglo III a.C. y se sigue usando en la actualidad en toda la región.

 

La cerámica noba hecha en torno esta formada por cuencos, jarras y botellas de diversas formas y tamaños, algunas pintadas, con una mezcla de arcilla aluvial y de arcilla de depósitos geológicos de arenisca nubia, y con fibra vegetal como temple. La cerámica noba hecha a mano incluye solamente pequeñas jarras usadas como contenedores de líquidos o sólidos, fabricadas con arcilla aluvial, y paja y arena como temple. El qadus, la única forma cerámica de tradición egipcia del período copto, es un recipiente de unos 38 cm de alto, de arcilla aluvial con mezcla de fibra vegetal, moldeado en un torno rápido que deja profundas marcas en el exterior, y está armado en partes. Su base en forma de perilla se sujetaba a la sarqiya con una cuerda. Las vasijas importadas de Egipto son jarras y ánforas usadas como contenedores de vino y aceite, hechas en un torno rápido con marga arcillosa y piedra caliza como temple para hacerlas más resistentes.

 

En el siglo VI misioneros bizantinos llevaron el cristianismo a Nubia y con el tiempo se formaron tres reinos cristianos, los de Nobadia, Makuria y Alodia. Entre 750 y 1100 los portadores de la «Cultura Noba cristianizada» convirtieron las ruinas del templo de Aksha en una iglesia. [19] Modificaron la planta y consolidaron los muros sobre los que construyeron cúpulas de ladrillos de adobe. Nada se conservaba de esa estructura en 1961 cuando comenzó la excavación, sólo tenemos las referencias de los viajeros [20] ya que a lo largo de los años la gente del lugar utilizó el adobe para fertilizar los campos y los bloques de piedra faraónicos para construir casas y una sarqiya.

 

Los objetos recuperados de la iglesia de Aksha en 1961 y asignados a nuestro país incluyen un capitel de arenisca roja, cuadrangular, con volutas en cada esquina, y una colección de piezas cerámicas [Fig. 5] integrada por una lámpara de aceite, y una jarrita y fragmentos de 23 vasijas de diferentes estilos clásicos cristianos. [21] Es cerámica de uso doméstico, la mayoría cuencos y tres son vasijas de almacenamiento, algunas con decoración pintada, otras con una cruz incisa o pintada y una jarra tiene el nombre Shenouti en la lengua copta grabado antes de la cocción.

 

Si comparamos las variantes en los estilos y técnicas cerámicas de las culturas Meroítica, del Grupo X y Noba cristiana en relación con las de los Grupos A y C, vemos que las tres primeras reflejan una sociedad más desarrollada, con sus propios sistemas de escritura, y un mayor grado de complejidad.


Para finalizar no podemos dejar de mencionar el descubrimiento más importante de la cultura Noba cristiana en la década del ´60. En Faras la Misión Arqueológica Polaca puso al descubierto una catedral, [22] con más de 150 frescos de los siglos VIII y XI (Fig. 6), que son los mejores ejemplares del arte nubio cristiano. Estas pinturas fueron trasladadas al Museo Nacional de Khartum y al Museo Nacional de Varsovia y magníficamente expuestas, aunque no sabemos qué ha quedado de las que estaban en Khartum.

 

Notas:

1] Designadas por una letra por George Reisner -uno de los primeros arqueólogos que excavó en Egipto y Sudán-, ya que no se sabe cómo se llamaban.

2] El Islam penetra en Nubia en la 2a mitad del siglo XIII, y en el XIV cae el último reino cristiano. Excluyo el período islámico, así como lo referente a la población nubia actual que fue desplazada de sus lugares ancestrales. Sobre esto último, véase M. Riad, Nubia: Forty Years Later, en M.C. De Simone, ed., Remembering the «Nubian Campaign», Leiden 2025, 260-265.

3] Publicadas por P. Fuscaldo, The Pottery from A and C-Group Tombs at Serra West in the Museum of Natural History, La Plata, en Antiguo Oriente 8, Buenos Aires (2010), 29-58, y Ramesside, Late Nubian and Christian Pottery from Serra West in the Museum of Natural History, La Plata, en Antiguo Oriente 9 (2011), 167-244.

4] La Misión, dirigida por J. Vercoutter [Francia] y A. Rosenvasser [Argentina], relevó sitios paleolíticos y excavó el templo ramésida de Aksha y las tumbas de las culturas nubias en el distrito de Serra Oeste, y la tumba egipcia de Bedier en el distrito vecino de Faras. El material arqueológico asignada a nuestro país por el Gobierno de Sudán en 1963 se encuentra en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata y está exhibido en la «Sala Egipcia» del mismo.

5] El asentamiento de los llamados «Hyksos» o «Heka-khaswt» [«Gobernantes de los países extranjeros»].

6] Se conoce como tal a la rama del Nilo que pasa por Pelisium. 

7] Desde 1993 a 2007.

8] En el marco del «Proyecto de rescate arqueológico de los sitios del norte de Sinaí», a raíz de la construcción de un gran canal de irrigación en esa zona. Nuestra Misión fue decretada «Proyecto de interés nacional» por el Poder Ejecutivo (Decreto 563/95).

9] P. Fuscaldo, ed., A Saite Settlement in North Sinai, Egypt [Argentina Archaeological Mission, 1994-2005], Buenos Aires [Colección Estudios 5): Tell el-Ghaba I [2005] y Tell el-Ghaba II [2006], edición digital; S. Lupo, ed. Tell el-Ghaba III, Oxford, 2015.

10] En la posición contracta el cuerpo está de costado y con las piernas flexionadas.

11] El ajuar funerario comprende el conjunto de objetos [enseres, adornos, armas, ropa y demás objetos personales] que se depositan en su tumba junto a los restos del difunto para que lo acompañe en su viaje al más allá.

12] La pasta, arcilla del Alto Egipto [marl A], y la forma indican su procedencia como contenedores de los productos que importaban y que luego usaron como parte del ajuar funerario.

13] En los últimos años se ha considerado la existencia de varios «Grupos A» ya que hay variantes en la cerámica según los lugares donde estaban asentados, como he notado comparando la cerámica de las tumbas de Serra Oeste con las que se encontró en la otra margen del Nilo, en Serra Este, excavadas por la Misión Arqueológica Escandinava.

14] Por la similitud de su cerámica con la fase Pre-Kerma.

15] Uno de ellos era Faras, a 4 km al norte de Aksha.

16] En el reparto de piezas de la excavación el Gobierno de Sudán destinó la misma al Museo de Khartum.

17] A. Rosenvasser, Addenda [concerning inscriptions mentioned in this Report], en J.Vercoutter,  Excavations at Aksha, September 1961-January 1962, en Kush XI (1963), parte 1, 140 y lám. XXXV.

18] Es un accesorio de madera que los arqueros colocaban en el dedo pulgar para protegerlo, tomado de la realeza meroítica.

19] La iglesia fue excavada por H. de Contenson, La basilique chrétienne, Paris 1966 (Aksha I).

20] La primer mención de la iglesia de Aksha es la de Burchardt en 1813; luego en 1820 Gau hace un dibujo de la iglesia ya sin techo, y el egiptólogo Breasted en 1905 fotografía lo último que quedaba: un fragmento del muro de ladrillos de adobe construído por encima de la escena de coronación de Ramsés II.

21] Datan del 950 al 1100 d.C.

22] K. Michalowski, Faras, Centre Artistique de la Nubie Chrétienne, Leiden 1966.

 

* Especial para Hilario. Artes Letras Oficios


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