¡A las armas, compatriotas! ¡á las armas! Buenos Aires. 1825.

Notable testimonio histórico. En Folio ( 40 x 25,6 cm), 1 hoja impresa. Ejemplar en buena forma, enmarcado.

Para comprender el contexto histórico de esta declaración de guerra, recordemos que la entonces Provincia Oriental -perteneciente a las Provincias Unidas del Río de la Plata- fue ocupada por las fuerzas luso-brasileñas y en 1821 un Congreso Extraordinario legitimó su incorporación al reino de Portugal, Brasil y Algarbes como la Provincia Cisplatina. Aquella usurpación y despojo provocó la reacción frente al invasor que para entonces había quebrantado su frente interno dividido entre portugueses y brasileños; crisis que facilitó en 1825 una reacción cívico militar desde la orilla occidental del Plata, la “Cruzada libertadora”.

Al comando de Juan Antonio Lavalleja, dicho movimiento permitió crear una institucionalidad autónoma de la ocupación -se formó el Gobierno Provisorio en la Villa de la Florida y fue electa una Sala o Junta de Representantes- y retornar al seno de las Provincias Unidas nombrando los diputados que representaron sus intereses en su Congreso.

Tamaña afrenta precipitó la reacción del Imperio: el 10 de diciembre de 1825 declaró la guerra y pocos días después bloqueó el puerto de Buenos Aires, cuyas autoridades asumieron la defensa de su territorio, libertad y honor. Fue el general Las Heras quien firmó la presente disposición que contesta a la ofensa. “¡Ciudadanos! -clama- desde hoy todos sin ecepcion (sic) somos soldados.”