El Gran Chaco. Buenos Aires. Imprenta de Ostwald y Martínez. 1881.

En 4° (22,2 x 15,3 cm), Frontis, Portada, XXXI, incluye una lámina, 235 pp., con 11 láminas litográficas. Encuadernación en pasta española con lomo de cuero con nervios, florones y títulos dorados. Ejemplar en buen estado, con escaso foxing. Primera edición.

Su texto, una auténtica “literatura de frontera”, nos presenta un área que limita por una parte con Paraguay y también, que aborda la frontera entre la avanzada del Estado y los territorios ocupados por las poblaciones nativas. Fontana escribe desde su triple rol de funcionario, militar y científico; el libro reúne un conjunto de textos elaborados a partir de sus distintos pasos por el Chaco, donde -como lo expresa el presidente Nicolás Avellaneda- tuvo “encuentros terribles con sus bárbaros habitantes”. Lo hace al recorrer un espacio geográfico que se sitúa entre los ríos Pilcomayo y Bermejo, hoy provincias de Salta y Formosa. Las ilustraciones, responsabilidad de Carlos Clérice, aluden al paisaje y a los pobladores nativos, algunas de ellas provocan un fuerte impacto visual. Recordemos que Clérice fue el ilustrador de la primera edición de La vuelta del Martín Fierro, publicada poco tiempo antes.

Luis Jorge Fontana (1846 – 1920) fue un extraordinario hombre de acción. Un escueto telegrama enviado a Nicolás Avellaneda, presidente de la Nación, lo retrata de cuerpo entero: “Estoy en Rivadavia. Queda el Chaco reconocido. He perdido el brazo izquierdo en un combate con los indios, pero queda otro para firmar el plano del Chaco que he completado en esta excursión. Luis Jorge Fontana”.