Mate. Coquimbo, Chile, o Cuyo, Argentina. Mediados del siglo XIX.

Bella expresión de una tipología exclusiva que nació en este municipio trasandino y se difundió por la región más próxima de nuestro país. Obra reproducida en el libro El Mate en América (Eguiguren & Vega, Buenos Aires, 2004, lámina páginas 134-135, pág. 143.

Medidas. Alto: 10,8 cm. Peso: 126 gr.

Para describirlo acudimos el texto incluido en esta obra capital sobre la infusión sudamericana y los objetos que la acompañan: «Concluyendo con la tipología chilena, quedan por mencionar los mates de plata conocidos como “coquimbanos” -procedentes de Coquimbo, un puerto ubicado al noroeste de Santiago de Chile-, en los que se observa una clara influencia tanto de los modelos peruanos como de los altoperuanos sin tapa, siendo de elaboración popular. Los ejemplares siempre se confeccionan en plata y son de baja altura, con cuerpo globular y decoración cincelada o burilada con motivos vegetales o geométricos. Suelen presentar un asa decorada con una perilla de plata o una esfera, ave o flor del mismo metal. Cuando no tienen su asa de la misma calabaza, se las forjan en plata, con figuras de aves estilizadas, con o sin volutas filiformes. Por lo general la boca se eleva y se ensancha. Los recipientes apoyan sobre una base acampanada corta, (...)».

Nuestra región cuyana recibió esta influencia estilística, haciendo que hoy resulte difícil indicar con exactitud su verdadero origen, como se advierte en la obra citada.