Montura, casco cuyano. Mendoza. Finales del s. XIX.

Excelente silla de montar propia de la equitación criolla en nuestras provincias de Mendoza y San Juan, acompañado por sus jergas. La montura fue realizada por el artesano sanrafaelino Julio González (1925 - 1997), uno de los más destacados especialistas en estas obras criollas cuyanas, como bien lo expresan hasta los más mínimos detalles decorativos. Los arzones de la silla, hechos en plata, son obra de Armando Deferrari.

Típico en estas monturas, cuenta con un pelero abajero o sudadera, sendos mandiles cosidos y revestidos con cuero de carpincho, la carona, los estribos capacho, el pellón, el pegüal y el sobrepuesto de carpincho ornamentado en forma de nido de abejas. En el conjunto, las labores de engalanamiento logradas por el maestro González le otorgan un efecto de distinción que sorprende.

Julio González, formado en el oficio en la Talabartería Baigorria de su ciudad -San Rafael-, trabajó también para la Talabartería Gabrielli, de la capital provincial, y hasta lo hizo por años en Casa Arias, de Buenos Aires, hacia donde viajaba para realizar los artículos encargados por los clientes de aquella prestigiosa firma porteña, y regresaba a su terruño. Con el tiempo, quedó con su pequeño taller en la vivienda familiar donde solo tomaba los pedidos que lo inspiraban, siempre con la voluntad y el compromiso de realizar obras de jerarquía, como aconteció con la montura que aquí ofrecemos.

Ensillada en muy contadas ocasiones -su estado bien lo indica-, obtuvo un primer premio en los eventos Argentina en Mendoza que allí se realizaban en los años ´90.