Par de estribos de hierro, de pequeño porte. Cono Sur. Primeras décadas del S. XIX.

Inhallables en el mercado de piezas criollas antiguas. Sus pequeñas dimensiones aluden a su funcionalidad: en aquellos tiempos los jinetes calzaban botas de potro, con sus dedos afuera, acudiendo al pulgar e índice para aferrarse al arco de cada estribo, con la planta del pie suspendida en el aire -los más diestros y rudos-, o introduciendo apenas la punta de pie en la abertura. 

Medidas. Alto: 8 cm. Abertura: 7 cm. Peso (de ambos): 167 gr.

Venidos del Viejo Mundo -en latón o hierro-, según la iconografía conocida, aquí fueron más comunes los de fabricación local que llevaban un arco triangular -los hubo realizados en distintos materiales, desde los más precarios “de palo”, hasta los más lujosos hechos en plata-, siendo que los presentes, salidos del taller de un herrero y hasta quizás, de un estribero, están ejecutados en hierro y tienen el encanto de sus sobrias líneas, además de su extrema rareza como par.

Se conocen distintas variantes de estos pequeños estribos realizadas  en el actual territorio boliviano y también, por los pobladores de nuestras pampas y tras la cordillera andina, por los indígenas chilenos, todos diestros jinetes atraídos por las prendas hechas en plata.