Por Miguel Ángel De Marco *
Este es un libro excepcional, en que el autor, reconocido experto en materia de imágenes del siglo XIX, expone con amenidad y sencillez el desarrollo de los hábitos y modas de las mujeres del siglo XIX que gozaron de la posibilidad de obtener sus retratos fidedignos a través del daguerrotipo y sus variedades o de la fotografía en soporte papel. Y lo hace no sólo desde el punto de vista técnico sino desde la óptica de la cultura, para lo cual explaya su versación y sus lecturas en la caracterización de cada una de las retratadas, entre ellas la mujer más amada y odiada de su tiempo, según fuese la filiación política de quien se refiriera a ella: Mariquita Sánchez de Thompson y después de Mendeville.
El destacado estudioso tucumano Carlos Páez de la Torre sostenía que los historiadores debían preocuparse por conocer el rico mundo de los retratos y por detectar e indagar sobre la vida de quienes aparecían en ellos, como modo de aprehender mejor la realidad que examinaban.
En ese aspecto, Carlos Vertanessian ha realizado diversos e importantes aportes que remata con esta obra. Cabe mencionar el notable estudio de la imagen de Guillermo Brown y su esposa volcada al daguerrotipo cuando esa técnica apareció en el Río de la Plata al promediar el siglo XIX, la ya clásica obra Juan Manuel de Rosas. El retrato imposible, que reunió y estudió la mayoría, por no decir todas, las imágenes del dictador plasmadas por distintos artistas, y también la de personajes que estuvieron vinculados con él; y Retratos del Plata. Historias del daguerrotipo, que mereció justas ponderaciones de la crítica de estudiosos del Siglo XIX.
PRIMERAS. Las argentinas y la fotografía. 1840-1870 está dividido en cuatro secciones. La inicial aborda la temprana relación y afinidad entre las mujeres y la fotografía, ya desde el arribo de la daguerrotipia al Río de la Plata en 1840. Luego se enfoca sobre todo lo que se ponía en juego cuando una mujer se preparaba para posar para una cámara –dando a conocer, por ejemplo, los manuales del buen posar frente al artista hasta ahora desconocidos–, sus expectativas, temores y anhelos, además de hacer un análisis novedoso de la cultura visual a la que accedieron las mujeres tanto antes como después de la difusión de la fotografía que amplió sus horizontes aspiracionales con su veracidad inigualable. La tercera sección abordó el desafío de comprobar fehacientemente quiénes fueron las primeras artistas de la cámara en nuestro país, con la única daguerrotipista actuante, Antonia Brunet, y otras más que la seguirán por la tecnología de la foto en papel. Finalmente, y muy significativa, es la galería de sesenta retratos al daguerrotipo de argentinas, la gran mayoría de las cuales nunca habían sido publicadas para su estudio histórico y cultural, y que Primeras pone a disposición de los especialistas en las más diversas materias.
Vertanessian, miembro de las más afamadas instituciones dedicadas al estudio de la fotografía, como la mundialmente reconocida The Daguerreian Society de los Estados Unidos, poseedor de varios premios internacionales, es, sin duda, un notable experto en el plano internacional, circunstancia que constituye un orgullo para la cultura de nuestro país.
* Buenos Aires, 2025. Especial para Hilario. Artes Letras Oficios
Una imagen de su presentación en la Academia Nacional de Bellas Artes. Su autor, C. Vertanessian acompañado por su nieta Juanita, Adriana Amante y Sergio Baur, actual presidente de la academia anfitriona. Fotografía: Lucas Chillemi.