Historia de las guerras (...). 1896.

Historia de las guerras con los terribles calchaquíes, chiriguanos y quilmes. Completa conquista del antiguo Tucumán. La tropa tucumana á la defensa de Buenos Aires. Verídica narración histórica y tradicional ligada con estos hechos de la Virgen del Valle de Catamarca. Por el presbítero Pascual P. Soprano. Doctor de la Universidad de Roma y Canónigo Honorario. Obra elogiada por el insigne historiador T. General D. Bartolomé Mitre. Buenos Aires, Establecimiento Tipográfico de Alberto Monkes, 1896.

En 4º (20,5 x 14 cm), 430 pp. (incluye Portada), XIII. Encuadernación en pasta española con títulos dorados. Ejemplar en excelente estado.

“Tres fueron las grandes conquistas de España en esta extrema América Meridional, á saber: la Conquista de Chile, la Conquista del Paraguay y Buenos Aires, y en medio, la Conquista del Tucumán. (...) Las tres conquistas del sur pueden con razón llamarse tres grandiosas Epopeyas. Por el espacio de ciento cincuenta años se plega á la vista del historiador un teatro inmenso, un panorama encantador, todo lleno y variado con trabajos infinitos, con luchas heróicas, con ardides admirables, con protagonistas sublimes, con reveses y sorpresas pavorosas.

Sin embargo, la conquista del Tucumán, que se hallaba en el centro, sobresale á las otras dos que quedan á su lado. Sobresale por la extensión del teatro, abarcando desde las fronteras de Bolivia hasta el Carcaraña, y desde Chaco hasta los Andes y las Pampas: y podemos decir hasta las tierras Magallánicas, porque hasta allá marcharon por tres veces las tropas de Tucumán en busca de la fabulosa ciudad de los Césares ó Trapalanda. Sobresale por el número de ciudades fundadas, importantes y subsistentes, como son Salta, Jujuy, San Miguel, Santiago, Catamarca, Rioja y Córdoba. Sobresale por el número y excelencia de generales y guerreros que figuraron en aquella conquista. Sobresale por el número de batallas y luchas, por el indomable heroísmo de los adversarios. Y desde el fondo de la grande epopeya se destaca la figura de los tremendos Calchaquíes, que con su caída final cierran el sangriento drama de ciento cincuenta años”.

S.O. XV-HM