UN FALSO FIGARI

Candombe.

Óleo sobre madera, firmado. Medidas: 69 x 99 cm. El ignoto autor firmó su creación -P. Figari- poniendo de manifiesto su “intención falsaria”, la que se refuerza con las etiquetas pegadas al dorso del soporte. 

La obra ofrece una sensación que técnicamente no fue resuelta; la carga de materia, la composición del conjunto de personajes, la resolución de los cuerpos y los rostros, más la ausencia de dominio en la construcción del espacio pictórico se encuentran alejadas del gran maestro uruguayo. De todos modos, consultamos al especialista montevideano, Fernando Saavedra Faget, quien corroboró el dictamen. 

Los museos en el mundo se abren al estudio de los falsos; investigan, los exhiben ante su público y promueven el conocimiento de la verdad por más dolorosa que ésta sea. En esta línea, el Museo del Prado acaba de inaugurar en la sala 40 una exposición permanente titulada En los límites de la creatividad: copias, versiones, pastiches y falsificaciones. 

Muy decorativa y de generosas dimensiones, la obra tiene su encanto como punto de interés colgada en la pared de un buen anfitrión. Nos imaginamos las historias que se pueden narrar a través de esta pintura, de su autor -el hipotético, prestigioso, y el verdadero, ignoto-, de los afrodescendientes disfrutando de su música en suelo uruguayo y de los museos y colecciones particulares que al fin ofrecen sus obras falsas advirtiendo del engaño, también sufrido por ellos en tantas ocasiones.