El hombre
Carlos Marcelo Mayer nació en Buenos Aires el 19 de febrero de 1879. Fueron sus padres Mauricio Mayer y Ángela Brugo.
Estudió en la Facultad de Derecho de la UBA [1895-1900]. Fue profesor de Filosofía en el Colegio Nacional Norte entre 1902 y 1909. Ejerció la profesión jurídica y tuvo estudio abierto en Cangallo 328. Se dedicó a asuntos comerciales y financieros. Presidió la Compañía Internacional de Radio, Editorial Sudamericana, Montevideo Telephone Co. Ltd.; vicepresidente de la Sociedad Inmobiliaria y Financiera, Compañía Argentina de Navegación Mihanovich Ltda., Compañía Argentina de Navegación Dodero Ltda., Frigorífico Armour de La Plata y de la Unión Telefónica del Río de la Plata. Integró los directorios de Sociedad Comercial de Relojería, Noel y Cía. Ltda., National Lead Co., Compañía Argentina de Electricidad, Duperial, Comerfina e Industrias Argentinas del Papel. Se desempeñó como síndico de Mattaldi Simón Ltda. E integró el comité de descuentos del Banco di Napoli. Fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas.
Casó con Margarita Laborde, con quien tuvo siete hijos: Jorge Miguel, Carlos Mauricio, Mauricio, Eduardo, Margarita, Beatriz y Roberto.
Falleció en 1965.
La colección
En su domicilio particular de Avenida Córdoba 1450, casi Callao [que hoy ocupa la CONEAU] formó una selecta biblioteca especializada en el libro francés ilustrado, artísticamente encuadernado [1]. Típica biblioteca de no más de mil volúmenes, producto de una refinada selección, donde lo que importa no es el número sino la calidad de los ejemplares, que Mayer individualizaba con un ex-libris que contiene la figura de un cóndor y sus iniciales.
Fue uno de los miembros fundadores de la Sociedad de Bibliófilos Argentinos creada el 20 de agosto de 1928. En noviembre de 1929, Enrique Ruiz Guiñazú recordó que ese año se habían visitado las bibliotecas de varios consocios: «La del doctor Carlos M. Mayer insuperable en el libro francés ilustrado, de cubiertas repujadas y labradas que se admiran como refinamiento de un culto pagano, que exterioriza el paisaje, el símbolo de un poema, o el satanismo del protagonista. Las ideas se corresponden por dentro y por fuera del libro» [2].
Siempre se ha encumbrado su colección de encuadernaciones artísticas y su conocimiento personal de la materia [3].
Ajustándome a su propio criterio me parece interesante referirme a ediciones de bibliófilo de su biblioteca, encuadernadas por Paul Gruel, Marcellin Lortic, Joseph Trinckval, Henri Creuzevault, Grégoire Levitzky, René-Albert Kieffer y Geneviève de Léotard , a cuyo efecto tomaré un solo ejemplar de cada uno de ellos, guiándome para la selección por los que él mismo eligió mostrar públicamente en la exposición del libro de 1940. Es una buena oportunidad para dar a conocer sus preferencias en esta especialidad de la bibliofilia. [4] Preferencias reveladoras de su tendencia a utilizar la encuadernación como soporte de arte.
Paul Gruel [1864-1954] era hijo de Niclauss Kippel Léon Gruel [1841-1923], cuyo establecimiento de encuadernación fundado en 1825 estaba en la parisina rue Saint-Honoré, 418. El trabajo de Gruel padre se enmarcó en la tendencia de retrospectiva imperante desde mediados de siglo XIX. En su taller se realizaban trabajos, según era costumbre en la época, dirigidos a un público burgués no entendido y destinados a regalos y conmemoraciones, como libros de matrimonio, etc. Su Manuel historique et bibliographique de l'amateur de reliures [París,1887-1905 2 vols.] constituye una de las enciclopedias más importantes sobre la encuadernación francesa. Su hijo Paul Gruel encuadernó en marroquí de Levante, color castaño, cuero en mosaico dorado y en color, en las tapas y en el interior, Le Cantique des Cantiques, París, S. Schmied, 25 diciembre 1925, con letras capitulares y viñetas grabadas sobre madera por François-Louis Schmied [1873-1943], tirada por el mismo en varios colores. Mayer adquirió el ejemplar núm. 99, de una edición limitada de 110, sobre papel vitela Arches.
En 1844, Pierre Marcellin Lortic abrió su atelier en 199, rue Saint-Honoré, París, y se mudó a 11, rue de la Monnaie. Estuvo activo hasta 1884. Y desde entonces su labor fue continuada por sus hijos. Tuvo el privilegio de ser el encuadernador preferido del editor Ambroise Firmin-Didot. Falleció en París a los 71 años el 9 de mayo de 1892 y su rica biblioteca fue subastada públicamente en 1894 [5]. Caballero de la Legión de Honor, encuadrado en la generación de los encuadernadores de tipo retrospectivo y de bibliófilos caracterizados por la perfecta ejecución de sus trabajos, a finales del siglo XIX, fue el último de los artistas clásicos del género. Su hijo Marcellin [1852–1928], antes de establecerse definitivamente en el taller familiar en 1884, trabajó durante una temporada con su hermano Paul. Además de dedicarse a realizar ricas decoraciones muy doradas y con paneles encastrados, adoptó el nuevo estilo decorativo de Marius-Michel, por lo que pasó de tradicional a adoptar el estilo Art Nouveau. Lortic encuadernó en marroquí de Levante, color azul, cuero y seda roja en las guardas, fierros dorados, cuero en mosaico, Monsieur, madame et bebé, de Gustave Droz [París, Imprenta Motteroy para Victor Havard, 1878], impreso en rojo y negro, ilustrado por grabados sobre madera de Edmond Morin y un retrato del autor grabado al aguafuerte por Leopold Flameng. Mayer adquirió el ejemplar núm. 11, de 50 impresos sobre papel China, de una tirada total de 260 ejemplares.
Joseph Trinckvel, tras trabajar en el atelier de Marius Michel, en 1926 con su hijo Maurice Trinckvel abrió un taller de encuadernación de arte en la rue Édouard Manet, Paris. Ese mismo año encuadernó La fosse aux filles de Alexandre Kouprine [Paris, Imprenta Coulouma para A. y G. Mornay, 25 enero 1926], ilustrado, dentro y fuera de texto, por letras capitales figuradas, grabadas sobre madera por Lébédeff, coloreadas a mano. Mayer adquirió el ejemplar núm. 2, tirado sobre papel Japón antiguo, a la forma que contiene varios de los originales y pruebas de impresión que han servido para la edición, tirada limitada a 495 ejemplares.
Henri Creuzevault nació en París el 4 de abril de 1905. Jóven, trabajó con su padre, el encuadernador Louis Lazare Creuzevault; y en colaboración con él expuso en 1928 sus trabajos en el Musée Galliera y obtuvo su primera recompensa. En 1934 estaba instalado en el Faubourg Saint-Honoré. Creuzevault encuadernó en marroquí de Levante color verde, seda en el interior, el libro Vasco, de Marc Chadourne [París, Imprenta Ducros y Colas para «Les Bibliophiles de l´Amérique Latine», 1931], ilustrado con aguafuertes, dentro y fuera de texto, de Vergé-Sarrat, coloreadas a mano por el mismo artista, ejemplar núm. 92, de una tirada total de 130, impreso para el Dr. Carlos M. Mayer, papel vitela de Rive. Creuzevault continuó su trabajo, premiado en la Exposición Internacional de 1937. Diez años más adelante participó en la fundación de la Société de la Reliure Originale creada bajo el impulso del encuadernador diseñador Paul Bonet y del entonces administrador general de la Biblioteca Nacional de Francia, Julien Cain, cuyo propósito inicial fue promover y apoyar la encuadernación de arte francesa que, debido a la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, a la consecuente movilización de muchos artesanos del libro y al abandono de sus talleres provocado por la drástica disminución de la industria editorial que fue limitada a la producción de encuadernaciones sencillas [6].
Maurice Barrès, Du sang, de la volupté et de la mort. Encuadernado por Levitzky. Imagen publicada en Biblioteca Carlos M. Mayer, de la Sociedad de Bibliófilos Argentinos, Buenos Aires, 1981, Lám. II.
Grégoire Levitzky [1885-1969], originario de Ucrania, aprendió encuadernación en Odessa, se estableció en Francia en 1907 y naturalizado francés, llevó adelante su labor por más de 50 años, hasta 1965, en que se retiró, en su atelier de 22, rue de l'Odéon, Paris. Encuadernó para Mayer en marroquí de Levante color castaño, fierros dorados, cuero en mosaico y seda en el interior, el Héro et Léandre de Edmond Haracourt [París, imprenta Louis Kaldor para «Le Livre Contemporain», 1930], ilustrado por grabados al aguafuerte de André E. Marty, ejemplar núm. 101, de un total de 125, tirado sobre papel Montval, fabricado a mano; edición dirigida por León Comar y Albert Mallé.
René-Albert Kieffer fue encuadernador, editor y librero, nacido en París el 5 de abril de 1876, falleció en esa ciudad el 8 de septiembre de 1963. Formado en la École Estienne comenzó su carrera bajo la tutela de Marius Michel hasta que en 1901 tuvo su propio atelier. En 1914 se estableció en 18, Rue Séguier. De la encuadernación, en 1909 extendió su actividad a la edición de libros de lujo ilustrados, supervisados por el mismo. Adoptó el estilo Art Déco en los años veinte. En 1928 su taller encuadernaba 2082 volúmenes por año, algunos en forma modesta pero otros con lujo y decoraciones de avanzada. Estuvo muy activo entre 1930 y 1940. Editó sobre todo obras clásicas en ediciones de lujo o medio lujo muy originales. Entre otros volúmenes que poseyó Mayer elegí la encuadernación en marroquí de Les mémoirs d'un rat, de Pierre Chaie [Paris, Dan, Niestlé,1920[], ilustrado por 36 aguafuertes y un grabado fuera de texto por T. Polat, ejemplar núm. 180, de una tirada limitada de 350, impreso sobre papel verjurado Grosvenor. Después de la Segunda Guerra Mundial la bibliofilia que practicaba Kieffer pasó de moda. A partir de 1950 y hasta su muerte Kieffer tuvo librería en 46 rue Saint-André-des-Arts.. El catálogo de sus ediciones ilustradas de 1909 a 1950 menciona 131, en tiradas de 100 a 1050 ejemplares numerados por edición, la mayoría con alrededor de 500 ejemplares. Los principales papeles utilizados eran el Japón para los ejemplares de cabeza y el vélin para los ordinarios. Si bien delegó sus proyectos a su hijo, Michel Kieffer, hasta 1950 se reservó el control final de los trabajos.
En los años 20 del siglo pasado surgieron en París como novedad, mujeres encuadernadoras. Eran viudas de encuadernadores que habían caído en el frente durante la Gran Guerra de 1914-1918, o jóvenes a la búsqueda de un empleo artístico moderno. Entre estas últimas estaba Geneviève de Léotard, alumna primero de la escuela de la Union Centrale des Arts Decoratifs [ICADI] y después profesora en ella, dotada de gran creatividad en el dominio de la abstracción. Alumna de Pierre Legrain, se destacó en la encuadernación Art Déco, tuvo como cliente al bibliófilo y banquero argentino Alejandro Shaw, para quien realizó 21 estupendos trabajos entre 1928 y 1932. Dejó de trabajar en 1939. Ella encuadernó para Mayer en cuero de Rusia, mosaicos, cuero y seda en el iterior, el Voyage au pays des articoles de André Maurois [Argenteuil, Imprenta R.Coulouma para Editions de la Pleïade, ParÍs, 15 noviembre 1927], ilustrado por 15 aguafuertes y siete grabados en madera por Alejandro Alexeieff, tirados en varios colores por Edmond Rigal, ejemplar núm. IX, de una tirada limitada de 335, impresos sobre papel Holanda.
Destino de la colección
Carlos M. Mayer presidió la Sociedad de Bibliófilos Argentinos hasta su fallecimiento en 1965. En 1980, uno de sus hijos, Eduardo Mayer [1912-2010], heredero de la pasión de su padre e integrante de la entidad, otorgó a la misma, mediante disposición gratuita, el uso del inmueble de Cochabamba 477, una hermosa casita estilo colonial, con reja al frente, patio y piso de ladrillos [hoy irreconocible]. En ella, por donación de sus hijos se entregó a la Sociedad en custodia la biblioteca de Carlos M. Mayer [exceptuados los ejemplares de ese origen donados por su hijo Jorge al Museo de Arte Decorativo].
Durante la presidencia del Dr. Osvaldo Viviano, en 1981 se publicó un lujoso catálogo de la colección Mayer [7].
Allí estuvo casi veinte años. En el edificio vecino funcionaba el taller gráfico «Dos Amigos» de César Palui y Rubén Lapolla. Finalmente, la Sociedad fijó nuevo domicilio en el Edificio Bencich de Tucumán y Esmeralda, y en 1999 la biblioteca pasó en comodato a la Universidad San Andrés, transformado en donación en 2021, donde hoy se encuentra.
Notas
1] «En la biblioteca del Dr. Carlos Mayer», en Saber Vivir, vol. IV, núm. 43 [1944] pp. 48-52. 27 ilustraciones.
2] «Sociedad de Bibliófilos Argentinos», en La Literatura Argentina. Revista Bibliográfica, año II, núm. 14, Buenos Aires, octubre de 1929, p. 48.
3] Carlos M. Mayer, «La bibliofilia en la Argentina», en Argentina gráfica, año 8, núm. 289-90, Bs. As., 1943, pp. 61-64.
4] Catálogo de la Exposición del Libro que se celebra en la ciudad de Buenos Aires bajo los auspicios del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública para conmemorar el Quinto Centenario de la Invención de la Imprenta por Teodoro Becú, Buenos Aires, Talleres Gráficos de Guillermo Kraft Ltda., Sociedad Anónima, 1940. De este catálogo se tiraron 3.000 ejemplares en papel «Egg-Shell-Text» y 205 en otros papeles, de los cuales 55 fueron sobre papel Fabriano a costa de la Sociedad de Bibliófilos Argentinos.
5] Catalogue de la Bibliothèque de feu M. Lortic. Relieur-Doreur- Première Partie. Précédée d´une Préface de M. Jean Alesson. Livres rares et curieux anciens et modernes. La plupart couverts de riches reliures exécutées par M. Lortic dont plusieurs en mosaïque, París, É. M. Paul, L. Huard et Guillemin, Libraires de la Bibliothèque Nationale, [París], Tip. Chamerot et Renouard, 1894. No he podido ver el segundo volumen del catálogo.
6] El catálogo completo de la obra impresa por Creuzevault, con reproducción de encuadernaciones en negro y en colores ha sido editado por su hija Colette [1931-2019], en el volumen Henri Crouzevault [1905-1971], Paris, Editions de Monfort, 1987, 6 vols. in-folio [282 x 370 mm.], edición original en tirada limitada de 950 ejemplares, de los cuales 750 numerados en papel blanco couché. Colette dirigía la galería de arte Creuzevault, en 58, rue Mazarine. Durante cinco años, desde su muerte, las colecciones de arte del siglo XX y especialmente del surrealismo formada por su padre y ella fue subastada en el Hôtel Drouot en una serie de remates que finalizó en octubre de 2024.
7] Sociedad de Bibliófilos Argentinos, Biblioteca Carlos M. Mayer, Buenos Aires, Talleres del Instituto Salesiano de Artes Gráficas, 1981. 489 págs. con XIII ilustraciones en color. Tirada de 500 ejemplares.