El hombre
Paul Adolf Robert Lehmann-Nitsche nació el 9 de noviembre de 1872, en Radonitz, provincia de Posen (Prusia). Fueron sus padres Adolf Lehmann-Nitsche e Ida Stephan. En su ciudad natal cursó los estudios primarios, y los secundarios en el Gymnasium de Bromberg.
Su temprana vocación por la prehistoria, la antropología física y la paleomedicina se evidenció cuando el 23 de julio de 1893 obtuvo el título de doctor en Filosofía, en la especialidad antropológica, por la Ludwig-Maximilians Universität de Munich, con una tesis sobre los huesos largos de las tumbas renanas de la población de Baviera del sur [Über die langen Knochen der Reihengräber Bevölkerung] publicada el año siguiente, y distinguida en 1898 con el premio Ernest Goddard que le otorgó la Sociedad Antropológica de París. En la Facultad de Medicina de la universidad mencionada, el 12 de marzo de 1897 obtuvo el doctorado en medicina, con una tesis sobre cirugía prehistórica según hallazgos de la antigüedad alemana [Beiträge zur prähistorischen chirurgie nach Funden aus deutscher Vorzeit], publicada en 1898.
Por recomendación de su profesor Rudolf Martin, el joven Lehmann-Nitsche, de 25 años, fue contratado por Francisco P. Moreno –director del Museo de Ciencias Naturales de La Plata–, y arribó a nuestro país en 1897 para ocupar el puesto de encargado de la Sección Antropológica de aquella institución.
En 1913 contrajo matrimonio con su exalumna Juliane Dillenius, joven perteneciente a una familia alemana llegada a nuestro país a mediados del siglo XIX, quien fue la primera mujer argentina que en 1911 obtuvo su doctorado con un tema de antropología física en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, y también la primera doctorada en Antropología Física en América.
Tuvieron cinco hijos. Los cuatro primeros nacieron en Argentina entre 1914 y 1919 [Hiltrud, Götz, Gudrum, y Helga Sieglinde] y Gisela nació en Munich en 1923.
Lehmann-Nitsche vivió e investigó entre 1897 y 1930 en Argentina, donde entre otras actividades fue director del departamento antropológico del Museo General de La Plata [actualmente Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata]. En 1905 fue nombrado profesor titular de la primera cátedra oficial de antropología del país, cargo que desempeñó primero en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y desde 1907 en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de La Plata.
Su figura alta y huesuda, su correcto castellano, marcado por una fuerte pronunciación alemana, inspiró al escritor Arturo Cancela para delinear al imaginario profesor Augusto Herrlin, protagonista del primero de sus Tres relatos porteños [1922].
Fue distinguido en vida por sus contribuciones a la ciencia y a la educación universitaria por instituciones argentinas, alemanas, francesas y rusas. Según su esposa «fue miembro ya de número, ya honorario, ya fundador de nuestras mejores instituciones científicas» y alrededor de «45 instituciones científicas de todo el mundo lo nombraron ya miembro corresponsal, ya honorario».
A comienzos de junio de 1930, después de jubilarse de todos sus cargos en el Museo de La Plata y en la Universidad de Buenos Aires, y tras la despedida de sus colegas, Lehmann-Nitsche se embarcó hacia Alemania, con su esposa e hijos, su biblioteca particular y su archivo de correspondencia científica y personal, radicándose en Berlín-Schönenberg, donde continuó con sus trabajos [1] y mantuvo contacto con nuestro país. En 1935 participó en Sevilla del XXVI Congreso Internacional de Americanistas. El 9 de abril de 1938 murió de cáncer en Berlín, a los sesenta y cinco años de edad. Poco tiempo después, antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial, su esposa Juliane regresó a nuestro país con sus dos hijas menores, y aquí falleció en 1949.
El científico
La versación de Lehmann-Nitsche comprendía varios aspectos de la ciencia del hombre [arqueología, antropología física, jurídica y forense; etnología, lenguas aborígenes] y de las humanidades. Y estuvo atento a toda manifestación cultural de origen popular y folklórico.
Su campo de interés comprendió las culturas indígenas sudamericanas. A partir de 1900 realizó viajes por las distintas regiones del país [Patagonia, Chaco, Noroeste], donde tuvo oportunidad de reunir materiales para formar colecciones fundamentales para la investigación antropológica en Argentina. En sus expediciones científicas al Chaco, a la Patagonia y a Tierra del Fuego se ocupó de cuestiones etnológicas, particularmente mitología, conocimientos astronómicos, lingüística y antropología física de la población indígena. Sus 21 monografías de la serie Mitología Sudamericana, fueron reunidas en un volumen impreso en Berlín en 1939.
En cuanto a sus estudios lingüísticos, publicó vocabularios sobre diversos idiomas indígenas [mataco, toba, patagón, alacaluf y chorote] y reunió materiales según él demostrativos de un idioma desconocido: el chechehet, hablado en épocas lejanas en sur de la provincia de Buenos Aires y extinguido a fines del siglo XVIII. Respecto de frases y leyendas selk’nam, y gramática y vocabulario de otras lenguas originarias recurrió a informantes indígenas.
Para Lehmann-Nitsche la «raza» no era un concepto teórico elaborado por el investigador a los fines de analizar la variabilidad humana, sino que existía positivamente en la naturaleza, y su esencia podía ser capturada principalmente a través de la observación. Pero por sobre todo era partidario del rescate de culturas que se extinguía: «[…] hay que apresurarse y salvar lo que aún existe para poder fijar los caracteres de todas ellas destinadas a desaparecer; y, con este material irreparable, poner en conocimiento de la posteridad las formas variadas del cuerpo humano, el desarrollo gradual y las innumerables manifestaciones de su espíritu. Esta es la tarea que moral y científicamente la antropología sudamericana debería seguir: tarea ardua con la escasez del material destruido por la pseudo-civilización, la cultura de la raza blanca; por su colonización y sus misiones; por sus religiones y sus fanatismos; enemigos de toda etnografía, de toda antropología.»
Y al respecto, Lena Dávila, que ha buscado el hilo conductor frente a la diversidad de intereses temáticos abordados por Lehmann-Nitsche, al analizar el conjunto de su producción científica concluyó: «me animo a afirmar que es posible identificar un elemento común: la idea de rescate. Más o menos explícitamente el antropólogo manifiesta en sus artículos la importancia de emprender la ambiciosa y difícil tarea de relevar caracteres somáticos, lenguas, mitos, textos folklóricos. En el caso de los pueblos originarios, esta labor debía realizarse con urgencia, ya que, según la concepción dominante en la época, los indígenas estaban destinados a desaparecer de la mano del avance del progreso, el que parecía no tener límites. Desde esta perspectiva, era necesario registrar todo cuanto se pudiera, para que en un futuro cercano se continuara con los estudios antropológicos sobre estos grupos humanos. La idea de rescate también impulsaba la recolección del folklore nacional. Concebidas como tradiciones y prácticas perecederas, urgía que fueran relevadas, catalogadas, preservadas del olvido y guardadas para la posteridad. Al respecto se mencionó la preocupación del antropólogo por sistematizar estos saberes» [2].
También se interesó por la cultura gauchesca, propia del medio rural rioplatense, incluida la cultura de masas extendida por el gran aporte inmigratorio sobre Buenos Aires. Desde 1899 mantuvo contacto con colegas cultores de estudios sobre el criollismo [como Martiniano Leguizamón, Bartolomé J. Ronco, Elías Gordillo Rojas, Julio Díaz Usandivaras y muchos otros], estudiantes y miembros de la colectividad alemana requiriéndoles información sobre versos populares. De su serie de investigaciones folklóricas son destacables el volumen Adivinanzas rioplatenses impreso en 1911 por la Biblioteca del Centenario editada por la Universidad de La Plata; siguieron El retajo [1914], El chambergo (1916), La bota de potro (1916), su estudio filológico sobre el poema Santos Vega de Rafael Obligado, que incluyó una traducción al alemán de este [1917], y La ramada [1919], editados en el Boletín de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba.
Participó en congresos científicos, dio a conocer los resultados de sus trabajos primero en estos espacios y luego a través de artículos publicados principalmente en la Revista del Museo de La Plata, en Anales del Museo de La Plata y en revistas alemanas.
Según Juliane Dillenius, su producción científica comprendió 263 obras, pero Torre Revello registra 375 títulos, entre artículos científicos y libros, contabilizando también los programas de los cursos de antropología de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires [3], número que Cáceres Freyre eleva a 400 [4].
Lehmann-Nitsche fue además uno de los primeros investigadores en hacer trabajo de campo de manera sistemática en los centros urbanos de Buenos Aires y La Plata. Se dedicó a estudiar los procesos de hibridación y transformación cultural generados por la creciente urbanización en Argentina, caracterizados por la inmigración europea y la migración de la población indígena a las ciudades. En este contexto son notables sus análisis relativos a la «cultura gaucha» y a la «cultura criolla» en la región platense, pero también sus colecciones sobre las modalidades materiales asumidas por las culturas populares, sin excluir el lenguaje sicalíptico que recopiló en el volumen Texte aus den La Plata-Gebieten in volkstümlichem Spanisch und Rotwelsch [Leipzig, Ethnologischer Verlag, 1923] que publicó bajo el seudónimo de Víctor Borde [5].
Formación de las colecciones, biblioteca y archivo
En el amplio departamento de su domicilio particular [Calle 50 esquina 5], en la ciudad de La Plata [6], Lehmann Nitsche fue reuniendo su biblioteca particular, y como una sección especial de ella la colección que denominó «Biblioteca criolla», formada por impresos de pequeño formato [folletos y hojas sueltas] sobre temas de diversa procedencia.
El cincuenta por ciento del material comprendía textos que representaban la vertiente literaria del criollismo populista, formas escriturales no institucionales, objeto de un lúcido análisis pormenorizado por Adolfo Prieto en su libro El discurso criollista en la formación de la Argentina moderna [Buenos Aires, Sudamericana, 1988]. La otra mitad recogía contenidos vigentes en Europa, que daban cuenta de prácticas culturales, de conflictos clasistas, textos de diversa procedencia, desde noticias de actualidad europea, manifiestos y catecismos de carácter heterogéneo, artes adivinatorias, hasta composiciones que ponen de relieve el diálogo establecido con la cultura letrada que revela la formación identitaria de la nueva masa poblacional.
Resta decir que Lehmann-Nitsche poseyó dos ex libris. El de su biblioteca general contenía el escudo de armas familiar con la leyenda In tiefster Seele treu (Fiel en lo más profundo del alma). El otro ex libris, correspondiente a su Biblioteca criolla, tiene la figura de un paisano bonaerense sentado tocando la guitarra; en su parte superior dice Ex libris y en la inferior Biblioteca criolla Robert Lehmann-Nitsche, en forma de su firma autógrafa.
Destino de la colección
Cuando se produjo su jubilación en Argentina, Lehmann-Nitsche regresó a Alemania, con sus fondos bibliográficos y documentales, clasificados como Biblioteca general y la Biblioteca criolla.
Esta última, formada por 643 folletos impresos desde la década de 1870 que, con otros materiales, fueron donados poco antes de su muerte al Instituto Iberoamericano de Berlín, que los conserva actualmente [7], acondicionada en 24 cajas, cada una de ellas con alrededor de 25 piezas. Su índice es conocido y lo ha publicado Adolfo Prieto como apéndice de su libro El discurso criollista en la formación de la Argentina Moderna.
El resto del material donado se refiere a la historia de la ciencia, antropología, etnología, etnolingüística y antropología visual. Comprende grabaciones, objetos, folletos, libros, etc. También 49 manuscritos de obras publicadas e inéditas [entre estas últimas una carpeta rotulada Folklore argentino-X- La edad del cuero crudo, con 51 dibujos de estribos a lápiz que tomó del natural en mayo de 1907 en la estancia bonaerense La Renania, otra sobre Tejidos criollos]; 3 cuadernos con anotaciones; 3 cuadernos con vocablos; anotaciones en hojas sueltas, bosquejos, la correspondencia [aproximadamente 6.000 cartas, telegramas y tarjetas postales]; documentos personales [certificados y partidas, distinciones, recibos y recortes de periódico]; los álbumes [uno con 510 tarjetas postales, otro de fotos, tres con recortes de periódico, y otro con tarjetas con saludos navideños] y colecciones diversas [carteles, programas, separatas, 600 tarjetas de presentación, billetes de banco y más].
Carmelo Lacuadra posa con su montado. Fotografía: Gentileza Ibero-Amerikanisches Institut. Berlin.
De las 1.600 fotografías destaco, a modo de ejemplo la obrante en un álbum titulado a mano «Tipos Criollos», que contiene una factura de 1902 del Establecimiento Fotográfico de Eduardo Bach, sucesor de E. Dalla Croce en calle 7, núm. 825, entre 48 y 49 [que incluía la leyenda «se conservan los negativos desde la fundación de la casa»] por 500 copias. En ese álbum hay una fotografía que lleva en su reverso la siguiente leyenda manuscrita: «Buenos Aires, 25 octubre 1936. Hombre de campo argentino. Retrato de Don Carmelo Lacuadra, de 86 años de edad, domador hasta los 80 años de la estancia La Esmeralda de Don Albino Fleitas, sita en Chajarí – Federación – Departamento Concordia, Provincia de Entre Ríos – R. Argentina. Al Sr. R. Lehmann Nitsche – Berlín. J. J. Campos», y otra del profesor Emil Bose, con traje de gaucho, tomada en La Plata en octubre de 1909.
Hoy el Legado Robert Lehmann-Nitsche en el Instituto Ibero-Americano de Berlín es consultado por investigadores de todo el mundo.
Después de su fallecimiento, su viuda dispuso la venta de la biblioteca general de su marido, que había quedado en su domicilio, a la acreditada librería anticuaria de Karl Hiersemann, en Leipzig, que editó un catálogo especial [8].
El gobierno alemán, por compra o confiscación de esos materiales, los destinó a la Oficina para el Libro Alemán del extranjero [Deutsch-Ausländisches Buchtausches] que los remitió con su sello impreso en tinta, a título de donación, a la importante Institución Cultural Argentino Germana, cuyo objeto era divulgar la cultura alemana en Argentina. De modo que los libros salidos de Buenos Aires volvieron a su punto de partida. Pero declarada la guerra a Alemania el gobierno argentino confiscó la biblioteca de dicha institución declarándola «propiedad enemiga», y dispuso su depósito en galpones del Hipódromo Nacional. Y cuando los libros fueron restituidos a la asociación propietaria de ellos, los pertenecientes a la biblioteca Lehmann-Nitsche habían desaparecido, y no es infrecuente ver aparecer todavía algunos de ellos, con su ex libris y el sello, o borrado este, en librerías de ocasión.
Durante la Segunda Guerra Mundial la casa de Lehmann-Nitsche en el barrio de Schöneberg [Berlín] fue bombardeada y, en consecuencia, el resto de su biblioteca y archivo personal que había quedado allí desapareció bajo las ruinas.
La producción intelectual de Lehmann-Nitsche no ha sido olvidada, y Lena Dávila ha puesto de relieve que «todavía resta una obra que contemple la totalidad del conjunto» [9].
Finalmente, quiero mencionar a una de las hijas del sabio, la señora Helga Sieglinde Lehmann-Nitsche de Mengel, que en 1962 reeditó a su costa el Santos Vega de su padre, cuya primera edición databa de 1917, pero enriquecida con datos biográficos, bibliográficos y notas por Emilio S. Danero [10]. Y también colaboró con la traducción de los Textos Eróticos. Quienes tuvimos el gusto de conocer a Frau Helga, a fines de la década de 1970, y visitarla en su casa de Pasteur 938 [Martínez], donde recibía a intelectuales y coleccionistas, no olvidamos su sonrisa permanente y cómo su mirada se encendía cuando recordaba a su padre, de quien mantenía un devoto recuerdo.
Notas:
1] Fernando Márquez Miranda, «Roberto Lehmann Nitsche», en Revista del Museo de La Plata, nueva serie, sección oficial, Buenos Aires, 1938, p. 125-133.
2] Lena Dávila, «Reflexiones sobre la producción científica de Robert Lehmann-Nitsche», en Indiana, Estudios Antropológicos sobre América Latina y el Caribe [en línea], vol. 41, núm. 2 [2024], Berlin, Instituto de Estudios Iberoamericano, p. 133.
3] José Torre Revello, «Contribución a la biobibliografía de Roberto Lehmann-Nitsche», en Boletín del Instituto de Investigaciones Históricas, t. 29, núm. 101-104, Buenos Aires, Universidad, Facultad de Filosofía y Letras, 1947, p. 724-805.
4] Julián Cáceres Freyre, «Homenaje al doctor Roberto Lehmann-Nitsche; 1872-1972», en Cuadernos del Instituto nacional de antropología, t. 8, Buenos Aires, 1979, p. 7-19.
5] Robert Lehmman-Nitsche (Víctor Borde), Textos eróticos del Río de la Plata. Ensayo lingüístico sobre textos sicalípticos de las regions del Plata en español popular y lunfardo recogidos, clasificados y analizados por el autor. Traducción directa del alemán del Licenciado Juan Alfredo Tomasini. Estudio preliminar por el Profesor Julián Cáceres Freyre. Notas críticas del Profesor Enrique Ricardo Del Valle, Buenos Aires, Librería Clásica, 1981. 375 + [2]p. De esta edición se tiraron 150 ejemplares de lujo numerados, para bibliófilos, impresos en papel «Conqueror Plus» de 130 gr., [32,5 x 24 cm] tapa de cartulina especial recubierta con papel apergaminado transparente, en rama y con estuche, con 5 xilografías originales del artista Norberto Donofrio, firmadas individualmente e impresas en papel «Byronic cover, white», de 176 gramos; 20 ejemplares de lujo para el editor y colaboradores, numerados del 151 al 170 con las mismas características de los anteriores y 350 ejemplares especiales impresos en papel «Celcote terciopelo» de 94 gr.. La edición fue compuesta por Rubén Álvarez en el taller de Linotipia Birsa, y se imprimió en el taller gráfico de A. Baiocco y Cía. SRL, en Buenos Aires.
6] Mario E. Teruggi, Roberto Lehmann-Nitsche, en Museo, vol. 2, núm. 10, noviembre de 1997, Fundación Museo de La Plata «Francisco Pascasio Moreno».
7] Cristina Lisi y José Morales Saravia, «La Biblioteca Criolla del Fondo Lehmann-Nitsche en el Instituto Ibero-Americano de Berlín. Inmigración y cultura popular en el Río de la Plata», en Caravelle. Cahiers du monde hispanique et luso-brésilien [en línea], núm. 47, Toulouse, Presses Universitaires du Midi, 1986, págs. 41-49.
8] El Instituto de Estudios Iberoamericanos posee un ejemplar del catálogo de la venta de la biblioteca de Lehmann-Nitsche. El librero anticuario alemán Karl Wilhelm Hiersemann fundó su firma en Leipzig en 1884, y a lo largo de su vida adquirió más de cien bibliotecas enteras, y tuvo clientes notable, como el millonario norteamericano Huntington, cuyas colecciones contribuyó a enriquecer. A su muerte, en septiembre de 1928, su hijo Anton se hizo cargo de la empresa. Sus oficinas en la Königstrasse no fueron muy afectadas por el devastador bombardeo aéreo que sufrieron las zonas adyacentes de Leipzig durante la Segunda Guerra Mundial, cuando en diciembre de 1943 y en febrero de 1944 una gran parte de la ciudad fue destruida. La continuidad del negocio bajo el régimen soviético en la República Democrática Alemana fue conflictiva y terminó por ser liquidado y trasladado a Stuttgart en 1950. Allí, Gerd, el hijo de Anton, asumió la dirección tras la muerte de su padre en 1969. Desde 2005, Florian, hijo de Gerd, ha estado al frente de la firma en Stuttgart, con lo que se han cumplido cuatro generaciones de libreros Hiersemann, si bien desde 1950 funciona únicamente como editora importante de libros científicos. La documentación del archivo de la casa desapareció. Pero circulan en el mercado sus antiguos catálogos, que son verdaderas creaciones artísticas en sí mismas, así como útiles compendios de información bibliográfica y precios de venta. Su contenido era amplio y a menudo, de importancia única, como eran reconocidos internacionalmente. El Hierzemann Zettelkatalog [fichero incompleto], en la Hauptbibliothek «Bibliotheca Albertina» de la Universität Leipzig, contiene información detallada de la mayoría de libros, manuscritos y documentos que fueron comprados y vendidos por K. W. Hiersemann, y a veces incluye información sobre el propietario anterior, precio de adquisición, etcétera. He tomado estos detalles del artículo de W. George Lovell, de la Queen University, titulado «Patrimonio perdido. Tesoros guatemaltecos en colecciones extranjeras», en Americana. Revista de Estudios Latinoamericanos, Nueva época [en línea], núm. 2, Sevilla, julio-diciembre 2015, p. 186-215.
9] Lena Dávila, op. cit., p. 133.
10] Roberto Lehmann-Nitsche, Santos Vega. Folklore argentino. Prólogo, biografía, bibliografía y notas por E. M. S. Danero, Buenos Aires, 1962. 426 págs.